La evaluación de Coface para España mejora, mientras continúa la incertidumbre en el panorama económico mundial

Tras dos años consecutivos de desaceleración en el crecimiento mundial, las perspectivas deberían mejorar ligeramente en 2017 (del 2,5% al 2,7%), impulsado por una recuperación de la actividad económica del 4,1% en los países emergentes, gracias a que las mejoras de Brasil y Rusia compensarán la desaceleración en China. Los países avanzados tendrán un crecimiento estable del 1,6%.

El débil crecimiento del comercio mundial (previsión de un 2,4% en 2017, en comparación a una media del 2,2% entre 2008 y 2015, y una media del 7% entre 2002 y 2007)  podría ser incluso peor debido al resurgimiento de medidas proteccionistas tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. A corto plazo, estas medidas afectarían menos a la economía americana a final del ciclo (1,8%) que a aquellos otros países que exportan en gran medida hacía Estados Unidos: América Central (principalmente Honduras, El Salvador, México y Ecuador) y algunos países de Asia (como son Vietnam y Tailandia).

Dada la fuerte dependencia de las exportaciones de México con Estados Unidos (que representan el 7% de su PIB), y en un contexto de inflación creciente y de caída de las inversiones, Coface ha degradado su evaluación de riesgo país a B.  Argentina, sin embargo, será relativamente inmune al efecto “Trump” y, tras un año difícil, debería empezar a beneficiarse de sus reformas. Coface, por lo tanto, ha mejorado la evaluación de riesgo país para Argentina a B.

El riesgo político mundial en su nivel más alto en 2017

El riesgo político será el centro de las preocupaciones en 2017.

Entre las economías avanzadas, es Europa la que se enfrenta a las mayores incertidumbres políticas, ya que espera el resultado de algunas batallas electorales decisivas, así como los términos exactos del Brexit. En el último año, el indicador europeo de riesgo político de Coface ha aumentado una media de 13 puntos en Alemania, Francia, Italia, España y Reino Unido.  Si hubiera una perturbación política importante, similar al referéndum británico, el crecimiento europeo podría caer una media de 0,5 puntos. 

Los riesgos políticos en los países emergentes son más elevados que nunca, alimentados por el descontento social y una inseguridad cada vez mayor. La CEI, debido principalmente a Rusia (con un score de 63% sobre 100% en 2016) y la región Norte de África y Oriente Medio, con Turquía y Arabia Saudí (ambos con un 62%), muestran los mayores riesgos entre los principales países emergentes. El aumento de las frustraciones políticas y sociales en Sudáfrica es, en parte, responsable de la degradación de su evaluación a C, en un contexto de crecimiento muy débil.

Los riesgos de seguridad, que incluyen ataques terroristas, conflictos y homicidios, son un factor nuevo en el indicador de riesgo político emergente. No sorprende que éstos sean los más altos en Rusia y Turquía.

Riesgos de crédito: el alto endeudamiento de las empresas debilita el sector bancario en los países emergentes

El aumento del riesgo de crédito puede ser diferente, dependiendo del país.

En las economías avanzadas, las insolvencias empresariales deberían seguir disminuyendo. La parte negativa, sin embargo, es que la creación de empresas es inferior que antes de la crisis, con un descenso del 19,8% en Alemania, del 5,1% en Estados Unidos y del 4,1% en Italia (variación entre 2015 y los niveles máximos anteriores a la crisis). Los préstamos concedidos a empresas altamente endeudadas están limitando los recursos disponibles para  empresas más jóvenes, en fuerte crecimiento. 

El otro problema al que se enfrentan los países emergentes es el endeudamiento excesivo de las empresas. Las empresas en China tienen los mayores niveles de deuda (más del 160% del PIB) y su deuda aumentó más de 12 puntos del PIB entre el segundo trimestre de 2015 y el segundo trimestre de 2016. Los impagados en el sector bancario están aumentando considerablemente en Rusia, India, Brasil, y China, con un endurecimiento paralelo de las condiciones de crédito.

Mejoras en Europa y África Sub-Sahariana

Es la primera vez desde mediados de 2015 que Coface tiene más revisiones al alza que degradaciones en sus evaluaciones de riesgo país.

La evaluación de España ha aumentado a A3, mientras que Islandia y Chipre (donde los riesgos vinculados a los controles de capital están descendiendo), ahora tienen una evaluación de A2 y B respectivamente. Los países centro-europeos continúan mejorando en el ranking, entre los 160 países evaluados por Coface, Estonia (A2), Serbia (B) y Bosnia-Herzegovina (C) han observado mejoras en su entorno empresarial y el crecimiento de estos países está alcanzando niveles satisfactorios. Bulgaria (A4) ha confirmado su recuperación, gracias a un crecimiento moderado y la continua consolidación de su sector bancario.

En África Sub-Sahariana, los países más pequeños están teniendo mejores resultados que las economías más grandes. Dos de los que registran los mejores resultados de la región son Ghana (B), que pasó su prueba  de madurez democrática en diciembre, y ahora tiene un buen nivel de gestión de las finanzas públicas, y Kenia (A4), que ha observado un impulso en el turismo y un aumento de las inversiones públicas.

DESCARGA LA PUBLICACIÓN

• Nubes persistentes en el horizonte para el 2017: detalles del Brexit y las políticas de EE.UU.
• Riesgo político en 2017: posibilidad de tormentas
• Países emergentes: parejas para vigilar

DESCARGA EL MAPA DE EVALUACIONES DE RIESGO PAÍS - ENERO 2017

DESCARGA LA INFOGRAFÍA: LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA FRENTE AL RIESGO POLÍTICO