Saldo Deudor

¿Qué es el saldo deudor? En el contexto del crédito comercial, el saldo deudor hace referencia al importe total que un cliente tiene pendiente de pago frente a una empresa, dentro del plazo de vencimiento establecido. Es decir, se trata de la factura o del conjunto de facturas no cobradas que siguen activas en una operación a crédito. Este concepto es fundamental para las empresas que ofrecen condiciones de pago aplazado a sus clientes, ya que refleja el riesgo asumido por la compañía al no recibir el pago en el momento de la venta. En los contratos de seguro de crédito, el saldo deudor es la base sobre la que se calcula el importe asegurado en caso de impago. A diferencia de su uso contable más general, aquí el saldo deudor no se refiere a movimientos entre debe y haber, sino al riesgo vivo que una empresa mantiene frente a un comprador concreto. Controlarlo correctamente es clave para mantener la liquidez y proteger la estabilidad financiera del negocio. Una gestión adecuada del saldo deudor ayuda a mantener una cartera de clientes más sana, a detectar concentraciones de riesgo y a aplicar límites de crédito internos que eviten desequilibrios financieros. Significado de saldo deudor El saldo deudor representa el valor pendiente de cobro en una relación comercial. Es el importe total de los créditos concedidos que aún no han sido pagados, y sobre él se aplica el porcentaje de cobertura en caso de siniestro. Por ejemplo, si una empresa ha emitido varias facturas a un cliente por valor de 20.000 euros, y todas están dentro del plazo acordado pero todavía no han sido abonadas, ese importe constituye el saldo deudor de ese comprador. Si se produce un impago, y la cobertura contratada es del 90%, la indemnización máxima será de 18.000 euros. Este concepto es esencial para la gestión del riesgo comercial. Un exceso de saldo deudor acumulado con un mismo cliente, sin garantías adecuadas o sin evaluación previa, puede comprometer seriamente la liquidez de la empresa. Por eso, es recomendable acompañar el control del saldo deudor con servicios de información comercial y evaluación de clientes, que permiten analizar la solvencia de cada comprador antes de formalizar operaciones a crédito. Además, el seguimiento del saldo deudor es clave para anticiparse a situaciones de impago, renegociar condiciones de cobro o, incluso, activar medidas preventivas si se detectan señales de alerta. Diferencias clave entre saldo deudor y acreedor en finanzas Aunque los términos “saldo deudor” y “saldo acreedor” son habituales en contabilidad, su interpretación cambia en el contexto del crédito comercial asegurado. Saldo deudor: • Representa el importe pendiente de cobro en una operación comercial. • Se vincula directamente al riesgo asumido por la empresa en sus ventas a crédito. • Aplica tanto a una sola operación como al conjunto de la cartera de clientes. Saldo acreedor: • Refleja una obligación de pago contraída por la empresa (por ejemplo, con proveedores o entidades financieras). • Desde el punto de vista del acreedor, es el derecho a cobrar un saldo deudor. La correcta identificación y seguimiento del saldo deudor permite a las empresas anticiparse a posibles impagos, ajustar sus límites de crédito internos y tomar decisiones con mayor seguridad. En caso de que se produzca un impago, el saldo deudor asegurado es el que se tiene en cuenta para calcular la indemnización que la aseguradora abonará, según el porcentaje de cobertura contratado. Por eso es tan importante tenerlo actualizado y bien documentado. Además, contar con un servicio de recobro de deudas puede ayudar a recuperar ese saldo pendiente y reducir el impacto económico de la deuda impagada. Seguir, por tanto, una estrategia eficaz para reducir el riesgo comercial y tomar decisiones con mayor seguridad en operaciones a crédito es clave para mejorar la capacidad de previsión y fortalecer la salud financiera.

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