Consejo de Cooperación del Golfo: ¿el auténtico vencedor de los vientos en contra de la economía mundial?

Tras una ralentización en 2023 debida principalmente a la bajada de la producción y los precios de la energía, se espera que 2024 sea un año de mayor crecimiento económico para los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), ya que, tras varios meses de pesimismo respecto a la demanda mundial de petróleo, los precios están subiendo desde el verano. Pero no todos los países son iguales...

El entorno económico favorable no debe encubrir las vulnerabilidades estructurales de algunas economías: bahréin y omán, los eslabones más débiles

 

Tras varios meses de pesimismo respecto a la demanda mundial de petróleo, los precios empezaron a subir tras el anuncio por parte de Rusia y, sobre todo, Arabia Saudí, de la prórroga de sus recortes de producción hasta finales de año. Sin embargo, esta ligera subida de los precios del petróleo no beneficiará por igual a todos estos países.

Debido a su elevado nivel de deuda pública, sus debilidades fiscales estructurales y sus recursos naturales más limitados en comparación con otros países de la región, Bahréin y Omán deberán permanecer vigilantes. Bahréin debería seguir registrando el ratio deuda pública/PIB más elevado de la región, con un 125% en 2023. Dado el elevado nivel del petróleo, estimado en unos 125 USD por barril para 2023, las autoridades han empezado a considerar medidas para limitar un mayor aumento del déficit presupuestario. A pesar de los superávits recurrentes de la balanza por cuenta corriente, el gran déficit fiscal y la necesidad de mantener la paridad de la moneda pesan sobre las reservas de divisas de Bahréin. Mientras que las reservas que cubren tres meses de importaciones se consideran convencionalmente el nivel mínimo adecuado, las reservas de Bahrein sólo cubrirían 1,5 meses de importaciones en 2023.

La dinámica de la deuda de Omán parece más equilibrada, pero también adolece de debilidades fiscales estructurales, principalmente a causa de sus limitados recursos naturales. Desde la caída de los precios del petróleo en 2015 y 2016, Omán no ha dejado de registrar déficits gemelos (tanto en la balanza por cuenta corriente como en la fiscal).

 

Arabia saudí y los emiratos árabes unidos, mucho menos vulnerables, suelen acudir en ayuda

 

Arabia SaudíKuwait y Emiratos Árabes Unidos suelen acudir en ayuda en caso de emergencia cuando la financiación escasea.
Estos 3 países anunciaron un paquete de ayuda de 10.000 millones de dólares a Baréin en 2018, tras haberles proporcionado 20.000 millones de dólares tanto a Omán como a Baréin en 2011, lo que refleja las alianzas estratégicas y económicas entre esos países. Estos fondos han apoyado principalmente la reducción de los déficits fiscales en Omán y Bahréin y han mitigado los efectos negativos de los programas de consolidación fiscal. Otro objetivo de esta cooperación fiscal es alinear a todas las economías del CCG en torno a iniciativas regionales similares mediante la implantación de algunas reformas fiscales.

 

Situaciones financieras diversas pero políticas monetarias afines

 

Estas diferentes estructuras dentro de las economías del CCG indican que, aunque estos países han formado una alianza económica y financiera, sus situaciones financieras son desiguales. Sin embargo, en lo que respecta a las cuestiones monetarias, tienen estructuras muy similares: sus monedas están vinculadas al dólar estadounidense, excepto Kuwait, que tiene una vinculación monetaria frente a una cesta de monedas no revelada. En línea con los futuros movimientos de la Fed, esperamos que los bancos centrales del CCG mantengan sus tipos de interés hasta que la Fed decida iniciar su ciclo de recortes de tipos.

 

Competencia feroz en los sectores objeto de los esfuerzos de diversificación

 

Aunque siguen dependiendo en gran medida del sector petrolero, los países del CCG pusieron en marcha planes de diversificación económica tras la caída de los precios del petróleo entre 2014 y 2016. Mientras que los EAU han estado a la vanguardia de la diversificación económica, Arabia Saudí ha anunciado importantes inversiones en los últimos años. Dado que estos dos países, pero también Qatar y, en menor medida, Omán, se dirigen/cuyos objetivos son/enfocados prácticamente a los mismos sectores (construcción, turismo, finanzas), el riesgo clave reside en la creación de intra-competencia dentro de la región. Además, las principales fuentes de financiación de estas estrategias de diversificación se basan en los ingresos del petróleo. Teniendo en cuenta estos dos factores, las estrategias de diversificación económica, aunque factibles, pueden no dar los resultados deseados.

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