Turismo y reto demográfico en el sur de Europa

Tras el desplome provocado por las restricciones a los viajes por el Covid, el número de turistas está volviendo a los niveles anteriores a la pandemia en toda Europa, siendo los países mediterráneos los más beneficiados. El sur de Europa ha pasado de ser un motor averiado hace una década, a convertirse en el catalizador de la recuperación europea postpandemia.

Entre 2021 y 2023, Italia, España, Grecia y Portugal han aportado sistemáticamente entre una cuarta parte y la mitad del crecimiento del PIB de la UE. Sin embargo, en el futuro, el cambio climático y la inflación dificultarán la permanencia del auge del turismo. Por otra parte, la dependencia del turismo conduce a una mano de obra menos productiva y este es un lujo que Italia no puede permitirse, cuando ya se está enfrentando a una grave crisis demográfica. Inteligencia artificial, mujer y migración: todas estas palancas serán necesarias para apoyar el crecimiento y cumplir con el regreso de la normativa fiscal europea.

El creciente papel del turismo en el Sur de Europa

La UE registró un verano récord, con el número de pernoctaciones en alojamientos turísticos alcanzando su nivel más alto en una década (1 198 millones en el primer semestre de 2023, es decir, +1,3% frente al mismo periodo de 20191).
Aunque la inflación y el aumento de los precios están pesando en los bolsillos de los consumidores, los hogares siguen estando dispuestos a priorizar los viajes frente a otros gastos. Como resultado de esta afluencia turística, pero también del aumento de los precios, especialmente del transporte, la cifra de negocios de las actividades turísticas aumentó un 30% de media en el segundo trimestre de 2023 frente al mismo periodo de 2022, y un 25% en comparación con 20192.

Se espera que la recuperación del turismo desempeñe un papel crucial en la capacidad de recuperación del crecimiento del sur de Europa, cuyas economías son especialmente dependientes. El sector representa más del 10% del PIB de los países de esta región y contribuye de forma importante a la creación de empleo, dado que es un sector intensivo en mano de obra.

Riesgos a largo plazo

De cara al futuro, no está claro que el auge del turismo tenga el fuelle suficiente para seguir siendo protagonista del crecimiento europeo. Persisten múltiples riesgos (macroeconómicos, financieros, sociales y políticos) a escala mundial. En un mundo inflacionista, será difícil que el sur de Europa siga siendo competitivo en costes frente a los destinos emergentes. Además, el cambio climático afecta especialmente a las regiones del sur de Europa, expuestas regularmente a altas temperaturas en verano3.

Por otra parte, la dependencia del sur de Europa del turismo provoca una distorsión significativa en términos de productividad en comparación con el resto de Europa. Las actividades relacionadas con el turismo se caracterizan por una mano de obra más débil, con un nivel formativo más bajo y empleos más precarios.

 

La escasez de mano de obra en Italia empeorará al reactivarse la normativa fiscal europea

La productividad es de suma importancia para Italia, donde el descenso de la población implica que la escasez de mano de obra está aquí para quedarse. En 2040, la población italiana en edad de trabajar se reducirá un 11,7%, frente al 2,4% de Francia, el 4,1% de España y el 4,9% de Alemania. Coface estima que la crisis demográfica puede reducir casi a la mitad el potencial de crecimiento del PIB de Italia ya en 2025. Esto es de crucial importancia cuando vuelvan a entrar en juego la normativa fiscal de la UE, ya que cualquier obstáculo al crecimiento será un obstáculo a la reducción de la deuda. De ahí, que el descenso de la población sea un factor de riesgo para la sostenibilidad fiscal.

El potencial sin explotar de la mujer en italia 

A corto plazo, la forma más realista de evitarlo es acelerar intensamente la incorporación de las mujeres a la población activa, como hizo España en los años 1990-2000. En Italia, sólo el 55% de las mujeres tienen un empleo formal, frente al 70% en España. Italia necesita incorporar aproximadamente un millón de mujeres a su población activa y elevar el crecimiento de la productividad a un 0,5% anual si quiere cumplir los compromisos fiscales propuestos a la UE en el presupuesto de 2024 (e implícitos en las normas fiscales de la UE).

Si las políticas dirigidas a la incorporación laboral femenina y a la productividad no rinden lo suficiente, habrá mayor necesidad de trabajadores extranjeros.

Inteligencia artificial y declive demográfico: ¿Un maridaje perfecto?

Aunque Italia consiguiera igualar las tasas de participación y natalidad de sus vecinos, sería cuestión de años que resurgiera el problema demográfico. Cualquier solución a largo plazo al declive demográfico implicará un aumento de la eficiencia a gran escala. Si se adopta con suficiente rapidez, la Inteligencia Artificial muestra un gran potencial para impulsar la productividad de forma duradera, tal vez lo suficiente como para compensar el lastre demográfico.
[1] Fuente: Eurostat
[2] Fuente: Eurostat
[3] Una reciente encuesta de ETC revela que, si bien las condiciones meteorológicas siguen siendo el principal factor considerado por los viajeros europeos a la hora de elegir su destino, el 14% de los encuestados también mencionó los fenómenos meteorológicos extremos como una preocupación adicional, es decir, un aumento del 7% frente a la encuesta de mayo de 2023.
[4] Italia, España, Grecia y Portugal.

 

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