Coface presenta un nuevo informe sobre las exportaciones españolas que analiza las principales tendencias, los sectores clave y las perspectivas futuras, ofreciendo una visión detallada de la dinámica del mercado y los retos a los que se enfrentan las empresas españolas para mantener su posición en el comercio internacional.
Según este estudio, en 2024, las ventas al exterior alcanzaron los 384.500 millones de euros, lo que supuso un aumento del 0,6% interanual. Si bien, en volumen cayeron un 1,3%, el segundo año consecutivo de descenso. Aunque las exportaciones han crecido un 32,4% por encima de los niveles de 2019 (prepandemia), la mayor parte de ese crecimiento se concentró en los dos primeros años tras el COVID, impulsados por el repunte del comercio internacional y la inflación desatada por la guerra en Ucrania. En los dos últimos ejercicios, las exportaciones se han ralentizado.
Ante este contexto, Coface advierte de un entorno geopolítico complejo que está lastrando la confianza de empresas y consumidores, y que afecta a los tres principales mercados exportadores de España, como son Francia, Italia y Alemania. Esto no solo tendrá consecuencias para el comercio español, afectando indirectamente a las cadenas de suministro, sino que también podría provocar un nuevo aumento de las insolvencias este año.
“La situación económica actual nos hace prever un nuevo repunte de los impagos, lo que refuerza la necesidad de contar con herramientas que permitan anticiparse a este tipo de riesgos y que protejan la actividad comercial. Por ello, con este contexto actual de incertidumbre, estamos redoblando esfuerzos para proteger la actividad de las empresas españolas”, subraya Rodríguez.