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Ocho frentes estratégicos para que la economía española consolide su hegemonía en Europa

España encara el reto de reforzar su productividad empresarial, fortalecer el peso de la industria o resolver el problema de la vivienda si quiere mantener su liderazgo europeo

  • El turismo ya representa cerca del 13 % del PIB. Consolidar este motor exige diversificar destinos, alargar la estacionalidad o apostar por un turismo más sostenible e innovador.
  • El consumo privado y la inversión interna siguen siendo los principales impulsores del crecimiento. Sostenerlos requerirá reforzar el poder adquisitivo de los hogares, facilitar el crédito y fomentar el ahorro.
  • España mantiene uno de los niveles de deuda pública más elevados de la eurozona. Reducirlo implica una estrategia fiscal a medio plazo que garantice la disminución del endeudamiento y se alinee con la nueva gobernanza europea.

España vive un momento de fuerte dinamismo macroeconómico que le permite reivindicar un rol de liderazgo en Europa. Según el INE, en 2024, la economía españolacreció un3,2 %, muy por encima del 1 % de la Unión Europea y del 0,9 % de la eurozona, tal y como muestran las cifras de Eurostat. Sin embargo, para mantener esa hegemonía, España debe seguir trabajando en varios frentes estratégicos, reforzando los motores que han sostenido su crecimiento en los últimos años y revirtiendo sus debilidades estructurales. 

Los expertos de Coface señalan algunos de los aspectos más relevantes:

Movilizar más trabajadores mayores y migrantes

El ‘OECD Employment Outlook 2025’ advierte de que el envejecimiento poblacional reducirá de forma significativa la fuerza laboral disponible y aumentará de manera sostenida el gasto público en pensiones y sanidad. Para contrarrestarlo, recomienda incentivar la participación de los trabajadores de mayor edad que hoy permanecen fuera del mercado laboral, reducir las jubilaciones anticipadas y aprovechar en mayor medida el talento inmigrante, en especial en sectores con alta demanda como los cuidados, la hostelería o la construcción. Según la OCDE, estas medidas contribuirían a sostener el dinamismo del PIB frente a la pérdida progresiva de mano de obra.

Seguir potenciando el turismo como motor económico

Según el INE, el turismo representó en 2023 el 12,3 % del PIB, y las estimaciones sectoriales elevan esta contribución hasta el 13 % en 2024. Este sector se consolida, así, como uno de los grandes pilares de la economía española. Para mantener este liderazgo es fundamental diversificar las zonas turísticas (menos concentración en costas y grandes ciudades), alargar la estacionalidad (promover turismo en meses menos saturados), apostar en mayor medida por el turismo cultural, de naturaleza y de calidad, o potenciar la digitalización (turismo inteligente) y la sostenibilidad para mejorar la experiencia del visitante y el impacto en los territorios.

Consolidar la resiliencia del consumo de los hogares

El ‘Boletín Económico 2025/T3’ del Banco de España señala que el crecimiento del segundo trimestre se debió sobre todo a la aportación de la demanda interna, mientras que la demanda externa restó algo más de una décima al avance del PIB. Este dinamismo confirma que el consumo privado y la inversión son hoy los grandes motores de la economía española. Reforzar el poder adquisitivo de los hogares, garantizar el acceso al crédito en condiciones favorables o fomentar el ahorro serán claves para sostener la actividad en los próximos trimestres.

Resolver el problema de la vivienda

La oferta de vivienda es insuficiente para absorber el ritmo de la demanda, impulsada por la creación de hogares, la inmigración y los cambios demográficos, lo que genera tensiones de precios, limita la movilidad laboral y termina afectando también a la capacidad económica de los hogares. Para revertirlo, se necesitan políticas que aceleren la construcción de vivienda asequible, aborden la falta de mano de obra, incentiven la rehabilitación y eliminen trabas urbanísticas, además de fomentar la colaboración público-privada y atraer inversión hacia este sector estratégico.

Impulsar la productividad empresarial y la inversión

El ‘Boletín Económico 2025/T3’ del Banco de España también confirma que la productividad por ocupado muestra signos de debilitamiento, mientras que los costes laborales unitarios siguen creciendo con fuerza. Esta combinación refleja una pérdida de competitividad relativa que solo puede corregirse con mejoras en la eficiencia empresarial. Para ello será clave intensificar la inversión en innovación, digitalización y capital humano, de manera que las empresas puedan generar más valor añadido y posicionarse en segmentos de mayor calidad en los mercados internacionales.

Revertir la ralentización industrial

Según los datos del INE, el sector industrial español aporta cerca del 16 % del PIB, con especial peso de la manufactura. Aunque sigue siendo un pilar clave para la riqueza nacional, este porcentaje se mantiene por debajo de la media europea. De ahí que en diciembre de 2024 el Gobierno aprobara el Proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica, actualmente en tramitación parlamentaria, con el objetivo de modernizar el tejido productivo, reforzar la competitividad y alinear al sector con la digitalización y la transición verde.

Reducir la deuda pública y reforzar la sostenibilidad fiscal

En el documento resumen de su ponencia ‘El entorno económico de la economía española y los retos a futuro’ (septiembre de 2025), el Banco de España recuerda que el país mantiene una de las ratios de deuda más elevadas del área del euro, lo que reduce su margen de maniobra ante choques adversos. Para reforzar la credibilidad fiscal, subraya la necesidad de una estrategia a medio plazo que asegure la reducción del endeudamiento y que se alinee con la reforma del marco europeo de reglas fiscales, basada en un único indicador de crecimiento del gasto neto. 

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