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Aumentan las insolvencias en Europa Central y Oriental a pesar de la recuperación económica

Coface ha publicado su informe anual de insolvencias en Europa Central y Oriental (ECE), revelando un panorama contradictorio: mientras que en 2024 se renaudó el crecimiento económico, la situación de las empresas continuó deteriorándose. A pesar de la ralentización de la inflación y el repunte del PIB, los índices de insolvencia aumentaron en la mayoría de los países de la región.

La región de Europa Central y Oriental registró un crecimiento medio del PIB del 2,6% en 2024, lo que supone una mejora significativa respecto al 0,8% de 2023. Esta recuperación se ha visto impulsada por el descenso de la inflación, el aumento de los salarios reales y el fuerte consumo privado, sobre todo en Polonia, Hungría y Rumanía. La inflación bajó al 4,6% en 2024, frente al 11,2% del año anterior, gracias a la bajada de los precios de la energía y a la mejora de las condiciones de suministro.

Sin embargo, este repunte económico no se ha traducido en una mejora de la situación de las empresas. El descenso del 9% en el número de insolvencias (45.938 en 2024 frente a 50.248 en 2023) es engañoso. Los cambios normativos en Hungría han distorsionado las cifras. Excluyendo Hungría, las insolvencias han aumentado en realidad un 3%, pasando de 29.771 en 2023 a 30.680 en 2024, lo que subraya la continua fragilidad del panorama empresarial en la región.

Tras las turbulencias de 2023, los indicadores macroeconómicos sugerían un respiro. Pero muchas empresas, especialmente en la industria manufacturera y el transporte, ya habían absorbido demasiados impactos.

El aumento de las insolvencias refleja problemas estructurales más profundos y el efecto retardado de crisis pasadas.

afirmó Mateusz Dadej, Economista Regional de Coface Para Europa Central y Oriental.

 

Diferentes tendencias por país

Hungría registró el descenso más acusado (-25,5%) debido a la normalización de los procedimientos legales tras un repunte temporal en 2022, mientras que Serbia y Bulgaria también registraron descensos (-12,1% y -5,7%, respectivamente), reflejo de unas condiciones macroeconómicas más estables.

Por el contrario, las insolvencias aumentaron significativamente en Eslovenia (+32,4%), Letonia (+24,6%), Estonia (+10,2%) y Croacia (+7,3%), impulsadas por la debilidad de la demanda interna, el aumento de los costes y los retos estructurales, especialmente en la construcción y el comercio.

Rumaníatambién registró un notable aumento del 9,4%, especialmente entre las medianas y grandes empresas, en un contexto de elevada inflación y desequilibrios fiscales. Polonia registró un aumento del 19% de las insolvencias, debido en gran parte a la adopción definitiva de procedimientos de reestructuración instaurados durante la pandemia y ahora ampliamente utilizados para gestionar los problemas de liquidez.

Mientras tanto, la RepúblicaCheca (+1,9%) y Eslovaquia (-3,5%) mostraron tendencias relativamente estables, y Lituania se mantuvo estable en términos interanuales (-1%), con insolvencias concentradas en los sectores de la construcción y el comercio minorista.

 

Transporte, industria y construcción: sectores clave bajo presión

Varias industrias clave han sido especialmente vulnerables, experimentando aumentos superiores a la media en las tasas de insolvencia:
 

  •  El sector del transporte se vio afectado por el descenso del volumen de mercancías y la persistente presión sobre los costes.
     
  •  La industria manufacturera tuvo que hacer frente a la disminución del volumen de pedidos y a la escasez de mano de obra.
     
  • El sector de la construcciónse vio afectado por la subida de los tipos de interés y el debilitamiento de la inversión, especialmente en proyectos residenciales.

 

Perspectivas para 2025: Inversión y optimismo moderado

“Esperamos que las tendencias de insolvencia mejoren ligeramente de aquí a 2025”, afirmó Mateusz Dadej

"La liberación de los fondos europeos retrasados y la recuperación del consumo de los hogares serán decisivos. Sin embargo, el endurecimiento de las condiciones crediticias y la incertidumbre del comercio mundial, en particular la escalada de las tensiones comerciales entre EE. UU. y la UE, plantean un importante riesgo a la baja para nuestro escenario".

 

Nuestro último estudio ilustra claramente cómo los marcos legales, las condiciones económicas y los riesgos geopolíticos influyen en la dinámica de la morosidad en la región de Europa Central y del Este", añadió Jarek Jaworski, CEO Regional de Coface para Europa Central y Oriental. 
"A pesar de la vuelta al crecimiento, muchas empresas han permanecido en modo de supervivencia. La inversión sostenida y una política clara serán esenciales para garantizar la estabilidad a largo plazo.”

Descarga el informe completo 
(.pdf 190kb - en inglés)

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