Actualidad Económica
15/11/2023
Riesgo País y Estudios Económicos

La recuperación de China decepciona (y ya ha terminado)

La recuperación de China decepciona (y ya ha terminado)

La recuperación de China tras la pandemia ha sido decepcionante, y los recientes datos económicos sobre la demanda interna y las exportaciones no son muy alentadores. El muy esperado repunte del consumo ha sido relativamente débil, debido a la cautela de los hogares en sus gastos y a la amortización anticipada de sus préstamos.

El levantamiento de las restricciones sanitarias y la subsiguiente reapertura de la economía china sólo consiguieron dar un impulso desigual al consumo. Servicios como la restauración, los servicios de catering y la hostelería experimentaron un fuerte crecimiento al volver la demanda a niveles «normales». Sin embargo, el gasto en vivienda, como electrodomésticos, muebles y materiales de construcción y decoración, se debilitó. En los ocho primeros meses del año, las ventas al por menor de bienes de consumo crecieron a un ritmo medio anual mucho más lento que antes de la pandemia (12% frente al 29%). La confianza de los consumidores se mantuvo baja por la incertidumbre en el empleo y los ingresos futuros, y el impacto negativo en la riqueza de los hogares de la caída de los precios de la vivienda. Las encuestas de los bancos centrales muestran que la mayoría de los hogares urbanos (58%) prefirieron ahorrar a consumir o invertir, lo que refleja la persistente incertidumbre económica.

La inversión tampoco ha sido un motor significativo del crecimiento en China, ya que el sector privado se ha mantenido cauto respecto al gasto en capital fijo. Esta debilidad puede atribuirse principalmente al mercado inmobiliario, cuya salud sigue siendo preocupante. La inversión en capital fijo de las empresas privadas cayó un 0,7% interanual en los ocho primeros meses del año, arrastrada por una caída del 8,8% en el sector inmobiliario. Esto contrasta con el aumento del 7,4% de la inversión en activos fijos de las empresas estatales, respaldado por el incremento de la inversión en infraestructuras, sobre todo en servicios públicos y transporte ferroviario. El índice de clima empresarial inmobiliario de China, un índice compuesto de ocho índices inmobiliarios, cayó bruscamente, indicando una profunda contracción, acercándose a los mínimos observados en 2015, cuando el sector de la vivienda luchaba contra un exceso de oferta. Al mismo tiempo, el segmento residencial mantuvo su atonía, en particular las ventas de viviendas, lo que refleja el estancamiento de la demanda de viviendas, la mayor preferencia por el ahorro financiero/líquido y la incertidumbre en términos de empleo.

Ante la insuficiencia de la demanda interna, las autoridades chinas han anunciado desde agosto una serie de medidas de estabilización del crecimiento, cuyo alcance es cada vez más amplio. El impulso del apoyo político es un paso positivo, pero el impacto en la economía real será muy gradual durante los próximos trimestres, y probablemente será modesto. Por otra parte, restablecer la confianza del sector privado y de los consumidores sigue siendo esencial para alcanzar una senda de crecimiento sostenible, lo que implicará garantizar un entorno normativo estable y previsible.

 

Descarga el último barómetro sobre riesgo país y sectorial

Parte superior