Actualidad Económica
18/05/2021
Riesgo País y Estudios Económicos

Barómetro de Riesgo País y Sectorial primer trimestre 2021 | EE.UU. lidera la recuperación mundial, las economías emergentes se quedan atrás

Barómetro de Riesgo País y Sectorial Coface primer trimestre 2021

Más de un año después del inicio de la pandemia, las tendencias económicas mundiales son heterogéneas, debido a las persistentes incertidumbres en torno a la propagación del COVID-19. La aceleración del proceso de vacunación, así como su efectividad, son claves para una recuperación económica. En este contexto, las perspectivas de regreso a la normalidad son diferentes e inciertas para todos los sectores geográficos y de actividad, según el último barómetro de Coface, un actor líder en la industria del seguro de crédito.

Coface estima que la recuperación económica tomará impulso a partir del verano de 2021, cuando una gran proporción de la población de Estados Unidos y Europa esté vacunada. Sin embargo, existe el riesgo de que el proceso de vacunación se retrase, debido, en gran medida, a las limitaciones de suministro de los fabricantes, derivadas de la escasez de ciertos componentes y de las restricciones de exportación.

No obstante, la previsión de crecimiento global de Coface se ha revisado al alza en medio punto (5,1% para 2021), gracias al crecimiento más robusto de lo esperado en Estados Unidos. En este panorama macroeconómico más favorable, Coface ha revisado al alza 35 sectores de actividad, frente a sólo 3 revisiones a la baja.

Además de Estados Unidos, varios otros sectores de la economía mundial - industria y comercio mundial – podrían recuperar su nivel de actividad anterior a la crisis este verano. Sin embargo, otros sectores, el sector servicios, y especialmente aquellos que implican contacto físico con los clientes, y en las economías europeas, se están quedando atrás. Por último, la recuperación también se ve obstaculizada en algunas de las principales economías emergentes debido al aumento de la inflación, que está obligando a los bancos centrales a endurecer su política monetaria.

La economía estadounidense queda bajo presión

Desde el comienzo de 2021, la balanza se inclina hacia el lado positivo, a pesar de las numerosas dudas en el ámbito sanitario.

La previsible brecha del crecimiento entre la Eurozona y Estados Unidos es normal, particularmente en esta fase de recuperación. Esto se debe, a que los estabilizadores automáticos de EE.UU. aceleran los ajustes en el empleo y los ingresos.

Esta vez, las razones de este crecimiento de EEUU pasan por: restricciones de movilidad menos severas que en la Eurozona, tanto en 2020 como a principios de 2021, y un proceso de vacunación más rápido.

Las diferencias en la política económica también pueden explicar el mayor desarrollo de Estados Unidos. La Reserva Federal (Fed) ha aumentado su balance. Su programa de compra de activos incrementó en torno al 13% del PIB en 2020, frente al 9% del Banco Central Europeo (BCE). Por último, un mayor apoyo fiscal permitirá que la economía estadounidense vuelva a su nivel de PIB anterior a la crisis más rápidamente.

Implementado en marzo de 2021, el nuevo plan de estímulo de EE.UU. asciende a 1,9 billones de dólares y elevará la respuesta fiscal total a la crisis a un volumen equivalente al 27% del PIB de EEUU, superando a cualquier otra economía madura. Coface estima que el déficit público puede ser hasta 56.000 millones de dólares más alto de lo que hubiera sido sin el paquete de estímulo.

El objetivo de esta estrategia es poner a la economía estadounidense bajo presión, es decir, implementar políticas monetarias y fiscales expansivas que fomenten el regreso al trabajo de las personas con menor tasa de empleabilidad (desempleados de larga duración o desalentados, personas poco cualificadas, colectivos discriminados en la contratación).

Eurozona: las insolvencias corporativas permanecen ocultas

Es poco probable que la zona euro recupere su nivel de PIB anterior a la crisis antes de 2022. Si las principales restricciones a la movilidad se levantan después del verano, esto irá de la mano de un cese gradual de las medidas de apoyo a las empresas, lo que podría provocar un aumento del desempleo. Además, es probable que el aumento de la deuda corporativa - permitido por los préstamos de garantía estatal - limite la capacidad de inversión de las empresas.

Por el momento, las principales medidas de apoyo estatal, implementadas en 2020, aún no se han eliminado. A pesar del efecto estabilizador de las ayudas gubernamentales, la salud financiera de las empresas se ha deteriorado significativamente en 2020, lo que nos lleva a pensar que se debería producir un aumento de las insolvencias. Según Coface, en 2020, las insolvencias deberían haber aumentado un 19% en España, un 7% en Italia y un 6% en Francia y Alemania. Coface estima el número de insolvencias ocultas en el 44% de las registradas en Francia en 2019, el 39% para Italia, el 34% para España y el 21% para Alemania.

Economías emergentes: el aumento de la inflación obliga a los bancos centrales a endurecer su política monetaria

Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional de abril de 2021, las economías emergentes se verán afectadas de forma más duradera por la crisis actual que las maduras.

En 2024, el PIB de las economías emergentes será 4 puntos porcentuales menor al que se hubiera observado sin la crisis del COVID. Para las economías maduras, la diferencia sería solo del 1% (en comparación con el 10% después de la crisis financiera mundial). Existen varias razones para este retraso previsto entre la recuperación de las economías maduras y de las emergentes.

En primer lugar, el proceso de vacunación está más avanzado en los países maduros, aunque algunas economías emergentes van por buen camino, como los Emiratos Árabes Unidos, Chile y, en menor medida, Turquía y Marruecos, donde a 8 de abril, al menos el 10% de la población ha sido completamente vacunada. Pero, aparte de estas excepciones, el hecho de que Estados Unidos y Europa hayan adquirido la mayoría de las vacunas, significa que hay menos dosis disponibles para otros países. En las cuatro principales zonas productoras de vacunas (China, Estados Unidos, Europa Occidental e India), la tentación de implementar medidas proteccionistas es cada vez más fuerte. Por ejemplo, India ya ha anunciado una suspensión temporal de la exportación de vacunas para priorizar el proceso de vacunación en India, donde el número de casos ha aumentado significativamente desde principios de marzo.

Además de estas incertidumbres sanitarias, un buen número de economías emergentes siguen penalizadas por su exposición a los sectores de actividad más afectados por la crisis (especialmente el turismo y el transporte).

Sin embargo, como aspecto positivo, el aumento del precio del petróleo y de las materias primas agrícolas es una buena noticia para las economías que sufrieron la tendencia opuesta el año pasado. Además, las perspectivas positivas para el consumo estadounidense deberían impulsar grandes volúmenes de exportación, especialmente entre los productores de bienes de consumo.

Por otro lado, la ampliación del déficit presupuestario de EE.UU. favorece las salidas de capitales de los mercados emergentes, en la medida en que las revisiones al alza de las perspectivas de crecimiento del PIB americano propician un aumento de las tasas de interés a largo plazo en EE.UU. reduciendo la brecha con sus contrapartes en los países emergentes y haciendo a estos últimos menos atractivos para los inversores financieros. Esto ha resultado en una depreciación de las monedas de países emergentes, particularmente en Turquía y Brasil.

 

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