Actualidad Económica
17/02/2023
Riesgo País y Estudios Económicos

Del exceso de pesimismo al exceso de optimismo - Barómetro de Coface 4º trimestre 2022

Del exceso de pesimismo al exceso de optimismo - Barómetro de Coface 4º trimestre 2022

2023 comienza con buenas noticias en el ámbito macroeconómico. En primer lugar, Europa ha evitado una recesión que se veía venir desde hace tiempo. El aumento de la eficiencia y la desaceleración de la actividad han provocado una fuerte caída de los precios de la energía y, por lo tanto, una bienvenida desaceleración de la inflación. Finalmente, la perspectiva de una recuperación en China en el segundo semestre, aunque muy incierta, también suscita esperanzas para la economía mundial. Esto ha bastado para que los mercados financieros enloquecieran, tranquilizados por el hecho de que el peor de los escenarios está, por el momento, bajo control.

Aunque en general compartimos este punto de vista, debemos tener cuidado de no caer en la autocomplacencia. Los retos a los que se enfrentó la economía mundial en 2022 siguen siendo relevantes y la crisis multidimensional que estamos viviendo no está cerca de desaparecer: fragmentación geopolítica, crisis energética, cambio climático, riesgos epidémicos... La transformación global se acelera y genera riesgos que podrían hacer descarrilar los escenarios principales.

En este contexto, las evaluaciones de riesgo de Coface han cambiado solo levemente, con 5 actualizaciones de riesgo país y 16 de riesgo sectorial. En términos netos, se mantiene la tendencia a la baja.

 

La recesión se repliega, la estanflación avanza

2022 terminó con una tendencia económica positiva. Las temperaturas moderadas y las sustanciales reservas de gas alejaron el espectro de un racionamiento forzoso para Europa este invierno y las economías europeas deberían evitar así una fuerte contracción de su actividad. Esto ha llevado a Coface a mantener sin cambios su previsión de crecimiento mundial para 2023 en el 1,9%. También se ha confirmado nuestro escenario de estanflación en las economías avanzadas y la resiliencia general de los países emergentes.

Esta continuidad se refleja en nuestras evaluaciones de riesgo: este trimestre, sólo 3 países y 10 sectores se han revisado a la baja, frente a 95 en junio de 2022 y más de 50 en octubre de 2022. Por otra parte, Coface también ha revisado positivamente las evaluaciones de India y Burundi, y seis evaluaciones sectoriales, principalmente en la industria automotriz, gracias a la disminución gradual de las tensiones en las cadenas de suministro.

 

Hacia un descenso (mecánico) de la inflación en el primer semestre de 2023

Aunque el incremento del precio de la energía fue la causa del estallido de los precios al consumo en las economías avanzadas, su moderación condujo a un descenso mecánico de la inflación a finales de 2022. Así pues, la inflación parece haber superado su pico en la zona euro. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, donde se estabilizó en el 6,5% en diciembre, tras alcanzar un máximo del 9,1%. Más allá de la moderación de los precios de las materias primas, la caída de la inflación se atribuye también a la caída de la contribución de los bienes. Se espera que la ralentización de la inflación continúe en el primer semestre de 2023 debido, simplemente, a los efectos de base, en la medida en que los precios de las materias primas se mantengan por debajo de los niveles registrados el año anterior.

 

En este contexto de relativa resistencia de la actividad, los mercados laborales siguen evidenciando su resiliencia, con niveles de desempleo que se mantiene históricamente bajos. La tasa de desempleo incluso ha seguido bajando a finales de 2022 en la zona euro, mientras que en Estados Unidos se mantiene en su nivel más bajo en más de 50 años (3,5%), y en Reino Unido sólo ha subido ligeramente (del 3,5% al 3,7%). Esta robustez podría continuar en el primer semestre del año: tras haber sufrido enormes dificultades de contratación en 2022, las empresas podrían verse tentadas a mantener a sus empleados a pesar de la atonía de la demanda, a la espera de un repunte de la actividad.

 

Persisten los riesgos para la economía global

Las perspectivas de la economía mundial siguen siendo sombrías para 2023, en un entorno en el que continúan persistiendo los riesgos y la incertidumbre. La principal fuente de inquietud es la trayectoria de la inflación. Aunque se aprecia una tendencia DE reducción de la inflación, sigue pendiente la cuestión crucial de su aterrizaje. El escenario de una vuelta al objetivo del 2% fijado por los bancos centrales de los países avanzados no se descarta totalmente, pero se vislumbra la posibilidad de que la inflación se estabilice en un nivel más alto. La desinflación prevista para la primera parte del año podría interrumpirse antes de alcanzar los niveles establecidos como objetivo por las autoridades monetarias, aunque no se descarta un rebrote de la inflación en el segundo semestre.

La recuperación de China también es una fuente de incertidumbre. La flexibilización de las restricciones relacionadas con el COVID-19 debería propiciar una recuperación del consumo chino. Sin embargo, dado que la repentina reapertura vino acompañada de un aumento de los contagios, la recuperación debería ser gradual. Así pues, la normalización de la actividad podría comenzar a finales del primer trimestre de 2023 y en el segundo semestre debería producirse una recuperación más sólida, creando las condiciones perfectas para una nueva tormenta en el frente energético y, en consecuencia, en la inflación.

 

Vuelven las reclasificaciones sectoriales

Nuestras evaluaciones sectoriales han cambiado poco en comparación con los últimos barómetros. No obstante, si bien hay pocos cambios negativos, también hemos decidido hacer algunas revisiones al alza que reflejan la relativa mejora de nuestro escenario económico. Estas subidas corresponden al sector automovilístico de Oriente Medio, que continúa gozando de una fuerte demanda. En India, la mejora de la situación económica del país ha llevado a revisar al alza su evaluación.

Algunas empresas de sectores que se consideraban resistentes –como el sector de las TIC y el farmacéutico- también están experimentando dificultades. Algunos de los problemas estructurales que sufren las empresas farmacéuticas europeas se están agudizando, como consecuencia, en parte, de la creciente presión sobre las finanzas públicas. Las empresas de TIC se están viendo "atrapadas" por la situación económica mundial y permanecen en el corazón de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.

Por último, Europa Occidental vuelve a ser la región con mayor número de rebajas sectoriales (5 de un total de 11). Aunque las perspectivas a corto plazo son algo menos negativas, es evidente que aún no es el momento de hacer revisiones al alza.

 

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