Actualidad Económica
15/10/2021
Riesgo País y Estudios Económicos

Tras el COVID-19, la posición de China como principal destino de las exportaciones latinoamericanas seguirá creciendo a expensas de EE.UU.

China will continue being a main destination for Latin American exports at the expense of the U.S.

Las relaciones comerciales entre China y América Latina se han expandido considerablemente en las últimas dos décadas, desmarcándose gradualmente de las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica. Las razones detrás de esta tendencia sostenida comprenden desde la diferencia en las tasas de crecimiento observadas en las dos economías más grandes del mundo hasta las políticas comerciales implementadas por los gobiernos de Estados Unidos y China en los últimos años.

De cara al futuro, y considerando las seis economías más grandes de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, excluido México) como grupo, Coface observa que las tasas de crecimiento de las ventas externas de estos países deberían superar la expansión de la demanda interna. De hecho, el repunte de la actividad de la región debería ser menor que la media de la recuperación mundial y, más específicamente, inferior a las recuperaciones de China y Estados Unidos. Por lo tanto, las ventas a China y EE.UU. deberían observar un desempeño brillante en 2021. En términos de importancia para las exportaciones latinoamericanas, China debería seguir ganando terreno a EE.UU.

Las exportaciones de América Latina a China y EE.UU. está poco diversificada en general y depende en gran medida de los productos básicos. Esta dinámica es aún más fuerte para el comercio con China. El aumento de los precios de las materias primas es un claro impulso para la región de América Latina, ya que beneficia a la mayoría de los países”, comenta Patricia Krause, economista de Coface.

 

China ha alcanzado a Estados Unidos como mercado clave para los bienes exportados desde América Latina, pero estos todavía están poco diversificados

China superó a EE.UU. como principal mercado para las exportaciones de Latinoamérica en 2010. La importancia del gigante asiático siguió cobrando fuerza incluso después del final de la bonanza de los precios de las materias primas en 2014, mientras que la contribución de EE.UU. a sus exportaciones se mantuvo bastante estable de 2010 a 2019. En lo que respecta a Estados Unidos, la disminución de su participación se puede atribuir a la falta de interés en profundizar las relaciones comerciales con América Latina, que se hicieron claramente más prominentes durante el mandato de Donald Trump (2017-2021) ya que el interés de su administración en reducir el déficit comercial con México y China, así como una falta general de compromiso con la región, han creado un espacio que China ha ocupado. Finalmente, la guerra comercial entre Estados Unidos y China bajo la administración Trump también ha provocado la transformación de algunas "rutas de exportación" del sector agroalimentario global, beneficiando a productores latinoamericanos, como Brasil, en detrimento de los productores estadounidenses. Actualmente, Estados Unidos tiene acuerdos comerciales con Chile, Colombia y Perú, mientras que China tiene acuerdos con Chile y Perú. Argentina, Brasil y Ecuador no tienen acuerdos generales con ninguno de los dos gigantes.

La importancia de las exportaciones de bienes en el PIB difiere entre los seis países latinoamericanos seleccionados. En 2020, Chile registró la mayor participación de las exportaciones en el PIB (29%), seguido de Perú (21%), Ecuador (20%), Brasil (15%), Argentina (14%) y Colombia (11%).

Además, la importancia de Estados Unidos y China en la exportación varían de un país a otro. China es el principal mercado de Brasil, Chile y Perú, mientras que Estados Unidos es el principal destino de exportación de Colombia y Ecuador. En lo que respecta a Argentina, Brasil es su principal comprador de bienes, seguido de la Unión Europea (UE), China y finalmente EE.UU. Por su parte, la UE es el segundo destino de exportación para Brasil, Colombia y Ecuador, con EE.UU. en tercer lugar para Brasil y y China en el tercer lugar para Colombia y Ecuador. También vale la pena señalar que Estados Unidos y China reciben juntos más del 50% de las ventas al exterior de Chile y más del 40% de las exportaciones de Brasil y Perú. De hecho, las exportaciones a EE.UU. y China superan al comercio intrarregional.

 

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En general, la composición de las exportaciones de América Latina a China y EE.UU. está poco diversificada y es altamente dependiente de los productos básicos. Esta dinámica es aún más fuerte para el comercio con China. En general, las exportaciones de metales (40%), agroalimentarios (35%) y energía (18%) representan el 93% de las ventas exteriores de los seis países a China. Las exportaciones a China están fuertemente concentradas en los productos agroalimentarios en Argentina y Ecuador, los metales en Chile y Perú, y la energía en Colombia. También existe una prevalencia de los mismos tres grupos de productos básicos respecto a EE.UU, aunque esta dependencia es relativamente menor (72%).

América Latina no fue inmune al impacto de la crisis de COVID en el comercio exterior. En 2020, los seis países registraron una caída en sus exportaciones totales del 8% interanual. El año pasado, las exportaciones a EE.UU. se vieron generalmente más afectadas que las destinadas a China. Mientras que las primeras cayeron un 19% interanual, las segundas aumentaron un 4%. La mayor resiliencia de las exportaciones a China se explica por el hecho de que su economía se recuperó más rápido que la de EE.UU. Además, los bienes exportados también desempeñaron un papel importante, como es el caso de la fuerte prevalencia de exportaciones agrícolas a China. La demanda de alimentos, como bien esencial, ha demostrado su resiliencia o incluso ha aumentado durante la crisis.

 

China seguirá siendo el principal destino para las exportaciones latinoamericanas; no se vislumbra una diversificación relevante de las exportaciones

Se prevé que en 2021 las ventas al exterior de los países latinoamericanos superen a sus ventas domésticas. El retraso de la vacunación contra el Covid-19 en la región, así como el plazo más extenso para aplanar significativamente la curva de nuevos casos y fallecimientos por el virus, han obstaculizado una recuperación económica firme en relación con otros mercados. De hecho, Coface espera que la tasa media de crecimiento en América Latina se sitúe en 5.2% en 2021, en comparación con las tasas de EE.UU. y China, que aumentarían en 6.5% y 7.5% durante el mismo período.

Además, el aumento de los precios internacionales de las materias primas observado este año también representa una oportunidad para la región como un importante exportador neto. Por ejemplo, los precios del hierro, el cobre y la soja superaron sus niveles récord anuales entre enero y finales de septiembre de 2021. Esta coyuntura es un buen augurio para Brasil, el segundo mayor productor de mineral de hierro del mundo. En cuanto al cobre, los niveles de los precios actuales (4% por encima del récord de 2011) benefician a Chile y Perú, el primer y segundo productor del mundo, respectivamente. En lo que respecta a la agricultura, los niveles récord de precios benefician principalmente a Brasil y Argentina.

China debería mantener su papel como un destino importante para las exportaciones latinoamericanas respecto a EE.UU. Si bien la llegada del presidente Biden a la Casa Blanca alivió la dura retórica anti-comercio observada durante el mandato de Trump, es poco probable que ponga énfasis en profundizar las relaciones comerciales o en alcanzar nuevos acuerdos comerciales. Es mucho más probable que la nueva administración de los Estados Unidos se concentre en lidiar con los fuertes flujos migratorios actuales de Guatemala, El Salvador y Honduras, y con la implementación del acuerdo comercial USMCA con México y Canadá. Sin embargo, cabe destacar que la reorientación del gigante asiático hacia un modelo de crecimiento basado en el consumo a expensas de las inversiones y las exportaciones, que se ha fortalecido en los últimos años, requiere, en general, menos materias primas.

De cara al futuro, los comportamientos divergentes entre las materias primas deberían persistir, con la agenda verde global ganando impulso y requiriendo más cobre , litio; etc. Esta situación da lugar a las perspectivas para el mercado del cobre, y representa una clara oportunidad para Chile y Perú. No obstante, el entorno político en estos dos países podría reducir los beneficios de las empresas mineras que operan localmente. Los altos precios internacionales actuales y las fuertes tensiones sociales, desencadenadas notablemente por la crisis de Covid-19, han contribuido a enfatizar el debate sobre el aumento de los privilegios en ambos países.

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