Actualidad Económica
02/06/2021
Riesgo País y Estudios Económicos

Alemania: más insolvencias en camino, a pesar de las importantes ayudas

Coface Analiza las insolvencias alemanas

Las insolvencias en Alemania se redujeron significativamente en 2020 respecto a 2019, a pesar de la peor recesión desde 2009. Esto se debe, en mayor medida, a los programas de apoyo público. Sin embargo, las aperturas de procedimientos de insolvencia regulares anunciadas anticipadamente en los tribunales ya aumentaron drásticamente en febrero y marzo, lo que señala un aumento inminente de las insolvencias corporativas en los próximos meses. El modelo de previsión de Coface demuestra que, en 2020, 4.030 insolvencias fueron evitadas gracias al apoyo del Estado, que actualmente se está retirando parcialmente, y podrían hacerse efectivas en 2021 y 2022. Desde la perspectiva empresarial, la crisis está lejos de terminar.

 

Balance de 2020: las insolvencias disminuyeron, pero no en todas partes

En 2020, 15.840 empresas se declararon insolventes en Alemania. Gracias al apoyo público, es el nivel más bajo de insolvencias desde 1993, y la caída más pronunciada (-15,5% respecto a 2019) desde 1975. La diferencia entre ambos años cobró especial importancia a partir de julio de 2020. 2021 comenzó como terminó 2020, con cifras de insolvencia muy bajas.

No todos los sectores y regiones se beneficiaron de esta situación favorable. Para recibir apoyo estatal, las empresas tenían que demostrar que su modelo de negocio funcionaba antes de la pandemia, es decir, en diciembre de 2019. Dado que los sectores de la metalurgia y la automoción estaban en recesión desde finales de 2018, algunas empresas que no cumplían con este criterio, no consiguieron la ayuda estatal y se declararon insolventes. Las insolvencias en el sector metalúrgico aumentaron un 7,1% en 2020, mientras que en el sector de la automoción alcanzaron el 31,6%. Estos aumentos en sectores específicos no han cambiado la estructura general de las insolvencias en Alemania: la mayoría de las insolvencias provienen de los sectores de servicios empresariales, la construcción y la hostelería, así como de las ventas minoristas y el transporte. Los metales representan sólo el 3% de las insolvencias totales en 2020 y la automoción apenas el 0,5%.

 

Un aumento preocupante de las solicitudes de insolvencia

Las insolvencias se concentran en las microempresas y Pymes, pero el número real de insolvencias no proporciona ninguna información sobre el deterioro económico. De hecho, la oficina de estadística alemana (Destatis) estimó que, aunque las cifras disminuyeron drásticamente, el importe de las facturas a crédito que han resultado impagadas por insolvencias corporativas ascendieron a 44.100 millones de euros en 2020, el nivel más alto desde la recesión de 2009.

En 2020, los siniestros aumentaron un 65% con respecto a 2019. Destacan algunos sectores sensiblemente por encima de la media, especialmente el sector de las Nuevas Tecnologías/TICs. Este sector reportó un incremento interanual del 2767% debido a la insolvencia de una gran empresa de compensación de recetas (AVP), con la que habían trabajado muchas farmacias. Los siniestros aumentaron un 383% interanual para el sector de la hostelería, un 116% para el comercio y la venta minorista y un 124% para el sector financiero y los seguros.

En el otro extremo del espectro, los siniestros en el sector de la construcción sólo aumentaron un 7% interanual, mientras que en el transporte cayeron un 84%.

 

Medidas de apoyo suficientes

El gobierno federal alemán implementó medidas para apoyar a las empresas durante la pandemia. Los préstamos fueron los medios más utilizados durante el primer año de la crisis, alcanzando los 49.000 millones de euros (1,5% del PIB). Si bien el programa de préstamos se destinó inicialmente sólo a las medianas empresas, su alcance se extendió a las empresas muy pequeñas al comienzo del segundo confinamiento, en noviembre de 2020. El fondo de estabilización económica para grandes empresas, uno de los principales pilares del apoyo estatal, se utilizó muy poco (8.400 millones de euros de los 600.000 millones disponibles,) y principalmente por el sector del turismo.

Incluso con un apoyo público significativo, es muy probable que estas medidas sean insuficientes o demasiado lentas para mantener el equilibrio de las finanzas corporativas. La hostelería y las ventas minoristas parecen ser dos sectores en los que la asistencia financiera se agota y en los que, probablemente, aumenten las insolvencias, después de un confinamiento de 6 semanas en la primavera de 2020 y otro confinamiento de 5 a 6 meses en invierno/primavera de 2021.

Según la simulación de Coface, el total de insolvencias debería haber aumentado un 6% en 2020 en comparación con 2019. En realidad, las insolvencias disminuyeron un 15,5%. Por lo tanto, una proporción de hasta 21,5% (unas 4.030 insolvencias) podría estar en trámite (incluidos los ERTEs, pero no considerando las demás medidas de apoyo). La mayor parte de estas insolvencias debería provenir de la hostelería y la restauración, donde esperamos alrededor de 660 “insolvencias ocultas”, seguidas del transporte y la construcción, con alrededor de 420 cada uno, la fabricación (230) y el comercio minorista (190). Esto demuestra que incluso con un número bajo de insolvencias en 2020, la factura corporativa de la pandemia aún no se ha pagado.

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