La expansión inexorable del sector de las TIC: el segmento de los medios de comunicación, el que más se ha beneficiado de la crisis del COVID-19.

La rentabilidad de las empresas del sector ha seguido una trayectoria ascendente continuada a lo largo de la crisis y se espera que esta tendencia se mantenga este año (ver Gráfico 1). En todos los segmentos, y esto es bastante particular en los sectores para los que Coface publica Evaluaciones de Riesgo Sectorial, los niveles de deuda neta de las empresas de IT han seguido una tendencia a la baja desde el comienzo de la crisis. Se espera que esta tendencia se prolongue durante todo el año (ver Gráfico 2). La crisis de movilidad generada por la pandemia continúa beneficiando principalmente al segmento de medios de comunicación, a diferencia de otros segmentos del sector IT. La mayoría de estos segmentos se han visto afectados por el doble shock de la crisis del COVID-19 sobre la demanda y, en menor medida, sobre la oferta (durante la primera ola de confinamientos en Asia), dependiendo de la región del mundo e inducido por las medidas de confinamiento. Estos últimos se impusieron en casi la mitad de los países del mundo, incluidas las principales economías en la segunda mitad de 2020. El suministro se vio afectado por los cierres de plantas que resultaron en interrupciones abruptas de la producción y en interrupciones de la cadena de suministro. La demanda se vio alterada por la caída del consumo tanto de los hogares como de las empresas.

Como consecuencia, los ciudadanos se vieron obligados a quedarse más en casa, aumentando así el interés y la demanda por los nuevos medios de comunicación, especialmente por la oferta de entretenimiento. Debido a esta fuerte demanda, la oferta se ha estimulado vigorosamente y la producción ha aumentado. Coface espera que la demanda mantenga este dinamismo, en un entorno en el que las autoridades de los diferentes países del mundo deben seguir impulsando el teletrabajo y el distanciamiento social, siempre que sea posible, especialmente en los períodos en los que aumenta el nivel de contagio a niveles preocupantes, según los análisis de los expertos sanitarios públicos. Es probable que este contexto, incluido el teletrabajo, acelere los cambios en el estilo de vida y los hábitos laborales, lo que debería sostener la demanda de este tipo de productos a largo plazo.

Este año se espera una recuperación continuada en las telecomunicaciones, la electrónica y el hardware informático. Los primeros signos de recuperación en los segmentos antes mencionados ya eran visibles en el tercer trimestre de 2020, con un aumento de los envíos de semiconductores a nivel mundial (componentes esenciales para la construcción de dispositivos electrónicos e informáticos, por ejemplo) de 3% interanual en octubre de 2020, según el informe WSTS. El interés por los semiconductores se ilustra notablemente por la escasez de oferta, que afecta al sector automotriz mundial, debido a la fuerte presión sobre la demanda desde principios de año. Este es un ejemplo más del dinamismo del sector de IT. De hecho, es uno de los pocos sectores que permanece en el nivel de “riesgo medio” en los principales mercados, como en América del Norte y Europa Occidental (ver la sección sobre Evaluaciones de Riesgo Sectorial).

Las empresas más innovadoras y rentables a nivel mundial pertenecen al sector de las TIC

Esta crisis ha puesto de manifiesto el papel hegemónico y estratégico de las empresas de tecnología y sus productos. De hecho, los productos y aplicaciones existen mucho más allá del uso tradicional de una plataforma de medios o del uso de un ordenador. Empíricamente, las líneas se difuminan cada vez más entre la gama de productos y servicios que ofrecen las empresas IT y las actividades comerciales tradicionales de las empresas. Todas las industrias, desde las aplicaciones de entrega de comidas a domicilio hasta los automóviles, se ven afectadas por esta revolución tecnológica. Existe un movimiento continuo por el que, por un lado, las empresas del sector IT extienden sus innovaciones a otros sectores. Este es el caso, por ejemplo, de Google o Amazon, que invierten en el sector farmacéutico. Alphabet, la empresa matriz de Google, ha lanzado dos empresas (en 2013 y 2015) que incluyen investigación en medicina bioelectrónica. A finales de 2020, Amazon  anunció el lanzamiento de un servicio de farmacia online en Estados Unidos. Por otro lado, las empresas del sector IT están multiplicando las alianzas con empresas que operan en otros sectores. El reciente anuncio de una asociación entre el líder de vehículos eléctricos Tesla y la multinacional estadounidense Apple es un claro ejemplo de ello. Su colaboración tiene como objetivo construir vehículos autónomos. Los fabricantes de automóviles tradicionales perciben a los gigantes tecnológicos como sus principales competidores, como lo expresó el CEO de la multinacional alemana Volkswagen a fines del año pasado.

Por lo tanto, teniendo en cuenta el contexto, se prevé una fuerte demanda de los diferentes productos del sector IT en el mediano y largo plazo. Como se ve en el Gráfico 3, que ilustra la previsión de Coface respecto al impacto de la crisis del Covid-19 en la facturación de las tecnológicas, es probable que la facturación global de las empresas de IT alcance su nivel anterior a la crisis en 2021. En algunos casos, como en el segmento de medios, el rendimiento será aún mayor. Los gigantes de la tecnología, las FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google), han visto un drástico aumento de sus resultados el año pasado y esta tendencia debería continuar.

Los desafíos anteriores al COVID-19 persisten: LAS FAANG no podrán escapar a las regulaciones más estrictas en los principales mercados

Además de la todavía feroz carrera por la innovación entre Estados Unidos y China, que ha repercutido en las actividades de las empresas IT (prohibición de la actividad de operadores chinos en suelo estadounidense, prohibición de solicitudes de proveedores estadounidenses a China en represalia), uno de los principales desafíos para los gigantes tecnológicos estará en el frente regulatorio. De hecho, se espera que el entorno regulatorio para las empresas del sector de las IT sea cada vez más restrictivo en los próximos años, especialmente en lo que respecta a la protección de los datos de los consumidores, tras varios escándalos que involucran a empresas estadounidenses. Debido a la crisis del COVID-19, se recurrió a las capacidades informáticas de las empresas de tecnología en varios países, para realizar, principalmente, el seguimiento de las personas contagiadas de COVID-19, con el fin de rastrear las cadenas de transmisión. Estas herramientas deben usarse sólo en caso de emergencia y únicamente para el bien común. Una vez que haya pasado la emergencia, estos datos ya no deberían estar disponibles. Sin embargo, para este fin, los gobiernos (especialmente de las economías avanzadas) deberían fortalecer o implementar un marco legal sobre la protección de datos privados para garantizar la transparencia y la privacidad.

El aumento constante de los estándares de protección de datos en los mercados importantes, como Europa o América del Norte, podría afectar los modelos comerciales de los gigantes de las IT y contribuir a la fragmentación del mercado. De hecho, las leyes de protección de datos podrían diferir significativamente de un estado a otro en los Estados Unidos, por ejemplo, así como de una región a otra del mundo, ya que las grandes empresas de IT operan en todos los ámbitos. Los grandes conglomerados de medios multinacionales también son susceptibles a los desafíos regulatorios sobre la libertad de expresión. Siguiendo a las críticas que acusaron a los gigantes de la tecnología de ayudar a difundir las teorías de la conspiración, Facebook, por ejemplo, se anticipó a la apelación, bloqueando ciertos hashtags que se compartieron para difundir información falsa en las semanas siguientes a las elecciones presidenciales estadounidenses en 2020. Además, todas las principales redes sociales (Facebook, Twitter) suspendieron las cuentas del ex presidente Trump, tras el discurso que disparó el asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de algunos de sus partidarios en enero pasado. Han adoptado tales medidas en un intento por contribuir a la pacífica transición del poder en el país.