Actualidad Económica
18/04/2023
Riesgo País y Estudios Económicos

El mercado del petróleo vuelve a estar bajo presión

El mercado del petróleo vuelve a estar bajo presión

A principios de abril, Arabia Saudí, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajstán, Argelia y Omán anunciaron recortes conjuntos de la producción de petróleo de más de 1,1 millones de barriles diarios (b/d), cogiendo por sorpresa a los mercados. Este acuerdo ha tenido lugar tras un primer recorte de la producción anunciado en octubre de 2022 por la OPEP+. Se suma a la decisión de Rusia de recortar la producción en unos 500.000 b/d en respuesta a la aplicación de la prohibición de la UE a las importaciones marítimas de petróleo y productos petrolíferos rusos.

En total, los recortes representan alrededor del 3,7% de la demanda mundial y confirman la previsión de Coface de que las tensiones en el mercado del petróleo continuarán a lo largo de 2023. Con el regreso de las acciones de los países productores, es improbable que se produzca la tan esperada caída de los precios, a pesar de las incertidumbres sobre el crecimiento económico mundial. Por lo tanto, Coface confirma su previsión de volatilidad en el mercado y de precio para el Brent de 90 $/barril en 2023.

 

UNA DECISIÓN SORPRENDENTE, PERO NO CARENTE DE FUNDAMENTO

El anuncio del recorte de la producción y su magnitud fueron inesperados después de que los responsables de la OPEP+ hubieran insinuado que no era necesario ningún ajuste. Sin embargo, hay muchas razones que justifican esta decisión.

  • La reducción es "una medida preventiva para apoyar la estabilidad del mercado del petróleo". La OPEP+ considera que las perspectivas de la demanda de petróleo son menos sólidas. Las recientes turbulencias en el sector bancario sirven como recordatorio de que el entorno económico deja poco margen para la complacencia. Coface está de acuerdo con este punto de vista y prevé una ralentización del crecimiento del PIB mundial de hasta el 2% en 2023, tras el 3,1% de 2022.
  • Los precios del petróleo habían caído significativamente. Tocaron fondo, casi alcanzando el 48% por debajo del máximo de 139 dólares alcanzado tras la invasión rusa de Ucrania. Esta medida pretende, por tanto, impulsar los precios al alza, ya que para muchos productores de petróleo probablemente sea un inconveniente que los precios estén por debajo de 80 dólares..
  • Esta decisión es un recordatorio de la influencia que ejerce el cártel en los precios, en un momento en que el crecimiento de la producción entre los actores estadounidenses del petróleo de esquisto es más débil. Éstos se han visto afectados por el endurecimiento de las condiciones crediticias, el descenso de la productividad en las envejecidas cuencas de esquisto y cierta escasez de mano de obra. 
  • Por último, también han surgido ciertas tensiones con Washington, D.C.  sobre el uso de las Reservas Estratégicas de Petróleo (EEP). La administración de EE. UU. ordenó una reducción sin precedentes de estas reservas para contener la subida de precios tras el estallido de la guerra en Ucrania y recientemente sugirió que reponerlas llevaría varios años.

El aumento de las tensiones no exime de riesgos las perspectivas económicas mundiales y favorecerá los ingresos del sector petrolero

La prohibición de la UE a las importaciones de crudo ruso por vía marítima ya había mantenido los mercados del petróleo bajo presión a pesar de la baja demanda. Esta tensión se ha exacerbado y Coface prevé que los precios del petróleo se mantengan volátiles, con un rango de 90-110 dólares en la segunda mitad de 2023. La decisión de la OPEP+ también debería coincidir con una recuperación económica más significativa en China. Dado que China es uno de los principales consumidores mundiales de petróleo (alrededor del 40% del consumo marginal entre 2000 y 2019), un repunte más rápido y/o más fuerte de la economía ajustará aún más el equilibrio entre la oferta y la demanda, empujando los precios al alza.

A escala mundial, estas presiones al alza sobre los precios del petróleo podrían modificar las perspectivas de inflación. De hecho, aunque la bajada de los precios de la energía ha sido uno de los principales -si no el único- motores de la reducción de la inflación en las economías avanzadas en los últimos trimestres, se espera que esta contribución se invierta en el segundo semestre de 2023, lo que podría volver a ejercer presión sobre las tasas de inflación globales.

La decisión de la OPEP+ también pone de manifiesto el enfriamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí. Joe Biden había solicitado a este país y a los demás miembros de la OPEP que aumentaran su producción para limitar los ingresos de Rusia, que contribuyen a financiar la guerra de Ucrania. La decisión de reducir la producción fue calificada de inoportuna por la Casa Blanca y marca una nueva etapa en las desavenencias entre los dos países. Más allá de la política energética, la administración de EE. UU. Ha estado observando de cerca el acercamiento entre Arabia Saudí y China, ilustrado especialmente por  la adhesión del Reino a la Organización de Cooperación de Shanghái como "socio de diálogo".

Sin embargo, este anuncio es una noticia positiva para las empresas petroleras y gasísticas. Sus ya sólidos niveles de rentabilidad se beneficiarán del aumento de los precios. Las empresas occidentales de petróleo y gas han registrado unos beneficios de 219.000 millones de dólares en 2022. Con una previsión de 90 $/barril, Coface prevé que sus beneficios ronden los 160.000 millones en 2023.

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