Actualidad Económica
11/07/2022
Riesgo País y Estudios Económicos

Pagos corporativos en Asia: Las empresas asiáticas se enfrentan a un incremento de los riesgos, con plazos de pago más cortos

Encuesta de Pago de Coface Asia 2022.

La Encuesta de Coface sobre el Comportamiento de Pago Corporativo en Asia 2022, realizada entre noviembre de 2021 y febrero de 2022, proporciona información sobre la evolución del comportamiento de pago y las prácticas de gestión del crédito de unas 2.800 empresas en la región de Asia-Pacífico durante otro año de pandemia. Los encuestados provienen de nueve mercados (Australia, China, Hong Kong SAR, India, Japón, Malasia, Singapur, Tailandia y Taiwán) y 13 sectores localizados en la región de Asia-Pacífico.

 

A excepción de China, no se observan deterioros en los retrasos de los pagos, a pesar del impacto del Covid

La evolución de las condiciones económicas en 2021 contribuyó a una caída notable de la duración de los retrasos en los pagos en Asia-Pacífico, pasando de una media de 68 días en 2020 a 54 días en 2021, el nivel más bajo en 5 años. La proporción de encuestados que experimentaron retrasos en los pagos se mantuvo estable en 64%, frente a 65% el año anterior. Entre las nueve economías analizadas, los retrasos en los pagos se acortaron más en Malasia y Singapur. Por el contrario, China fue el único país que registró un aumento de los retrasos en los pagos, y también fue el país con los retrasos medios más prolongados.

Sin embargo, la encuesta puso de manifiesto algunas preocupaciones. La proporción de encuestados que declaró un incremento del importe vencido aumentó de 31% en 2020 a 35 % en 2021. Por otra parte, más empresas informaron retrasos en los pagos ultralargos (ULPD) de más del 10 % de la facturación anual, y este aumento corresponde en gran medida a China, donde la ya alta participación del 27 % en 2020 creció al 40% en 2021. La proporción de ULPD aumentó ligeramente en Australia e India, mientras que se estabilizó o disminuyó en las otras seis economías, con una caída significativa en Hong Kong. La gran mayoría de los ULPD nunca se pagan y, por lo tanto, los riesgos de tesorería tienden a aumentar cuando los retrasos representan más del 2% de la facturación anual de una empresa.

Sectorialmente, el incremento de empresas que experimentan ULPD superiores al 10% fue particularmente alto en el sector de los metales, donde aumentó 14 pp hasta casi alcanzar el 23%, el mayor aumento registrado entre los 13 sectores. Otras industrias, como la construcción, las telecomunicaciones, el transporte y el textil, también se enfrentan riesgos significativos de tesorería. Más del 30% de las empresas que experimentaron ULPD cuyos retrasos representan más del 2% de la facturación anual.

Expectativas económicas: se mantiene el optimismo, pero crece la preocupación por el aumento de los precios de las materias primas

En general, el optimismo permanece intacto, con el 71% de los encuestados esperando una mejoría en términos de crecimiento económico para 2022. Sin embargo, este optimismo no es igual en toda la región. Singapur es más optimista en comparación con la media asiática, con un 83% (+17 pp) de las empresas consultadas anticipando un mayor crecimiento. Las empresas de Japón y Tailandia, donde la recuperación fue relativamente moderada en 2021 y, por lo tanto, con un mayor margen para una recuperación más sólida en 2022, también mostraron más confianza, ambas aumentando 14 pp hasta el 75 % y el 80 %, respectivamente. Por el contrario, esta proporción fue solo del 44% en Malasia, mostrando una disminución significativa (-29 pp) respecto al año pasado, en medio de una creciente incertidumbre política, con la posibilidad de unas elecciones generales anticipadas en 2022.

Cuando se les pregunta sobre el efecto del Covid-19 en el rendimiento de sus ventas y su tesorería, los encuestados mencionan con mayor frecuencia el aumento de los precios de las materias primas. Más de la mitad de las empresas (54%) señala el aumento de los precios de las materias primas, que se han incrementado considerablemente desde el 31% en 2020, como un factor clave. Los precios de las materias primas escalaron significativamente en 2021, especialmente el petróleo crudo, y se dispararon tras el conflicto en Ucrania. Esto intensificó las presiones de los costes para las empresas en todo el mundo, incluso en Asia-Pacífico, aumentando el riesgo de sufrir problemas de flujo de efectivo.

Se intensifican las presiones sobre los márgenes de las empresas asiáticas

Hoy en día, las empresas se enfrentan a un entorno complejo, caracterizado por interrupciones en la cadena de suministro, tensiones geopolíticas y aumento de la inflación. Las restricciones de suministro persistieron en 2021, debido, en parte, a los nuevos brotes de Covid-19 y los consiguientes confinamientos. No obstante, el mundo se reabrió gradualmente y la demanda privada se recuperó, ampliando la brecha entre la oferta y la demanda de muchos productos y materias primas, y provocando un incremento significativo de los precios. Las presiones sobre la cadena de suministro global disminuyeron ligeramente a principios de 2022, pero se reactivaron con el conflicto entre Rusia y Ucrania. Dado el papel predominante de ambos países en los mercados mundiales de productos básicos, el conflicto generó un nuevo aumento de los precios de las materias primas, impulsando la inflación y, a su vez, también los salarios. En consecuencia, afectó a la rentabilidad de las empresas a través del aumento de los costes de producción.

Tras beneficiarse de unas presiones inflacionarias moderadas hasta 2021, actualmente, los países asiáticos están registrando un rápido incremento de la inflación, especialmente en los productos alimenticios y energéticos. En algunas economías asiáticas, la tasa de crecimiento del índice de precios al consumidor (IPC) ha superado el objetivo del banco central. Este es el caso de Tailandia, donde en mayo, el IPC registró un aumento anual superior al valor máximo de la franja objetivo del banco central de 3% por quinto mes consecutivo. Los objetivos de inflación también se quebrantaron en Australia, India y Filipinas. Después de haber experimentado deflación durante 10 meses durante 2020/2021, en abril, la inflación japonesa superó la meta del Banco de Japón, alcanzando el 2,5%. Ante este aumento del coste de vida, algunos países decidieron aumentar los salarios para ayudar a los consumidores a sobrellevar la situación. En Japón, Corea del Sur y Singapur, los datos indican una aceleración del crecimiento del salario promedio desde 2021. En mayo de 2022, en el sudeste asiático, Malasia introdujo una gran subida del salario mínimo de 35%. En junio se implementará un aumento en el salario mínimo en Filipinas y el mes siguiente, en Vietnam.

“La evolución de las condiciones económicas en 2021 contribuyó a una caída notable de la duración de los retrasos en los pagos en Asia-Pacífico. Sin embargo, las empresas de la región deben hacer frente a riesgos crediticios crecientes, y un mayor número de compañías ha reportado un aumento del importe de los impagados. También han aumentado las empresas que experimentan retrasos en los pagos ultralargos de más del 10% de la facturación anual, especialmente en China y, en mucha menor medida, en Australia e India”  confirma Bernard Aw, Economista de Asia-Pacífico de Coface.

 

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