Actualidad Económica
31/03/2021
Riesgo País y Estudios Económicos

La paradoja de las insolvencias corporativas en Europa: milagro y espejismo

La paradoja de las insolvencias corporativas en Europa: milagro y espejismo

La crisis económica generada por la pandemia de COVID-19 presagió graves quiebras comerciales e insolvencias corporativas en toda la Eurozona. Aunque el impacto real de la crisis del COVID-19 aún es incierto, las insolvencias, no obstante, han disminuido durante el año 2020 en las principales economías europeas. Según los últimos análisis de Coface, líder en el sector del seguro de crédito, existe una paradoja entre el deterioro de la salud financiera de las empresas y el descenso de las insolvencias. La simulación de Coface demuestra que la disminución de las insolvencias sugiere que éstas no han sido reportadas, pero tampoco evitadas, por lo que las llamamos "insolvencias ocultas". Por lo tanto, existen empresas cuya quiebra es solo cuestión de tiempo.

 

Una tendencia similar en los principales países de la Eurozona

En Francia, el destino de 22.000 empresas permanece en suspenso: estas insolvencias "ocultas" deberían materializarse gradualmente de aquí a 2022. Coface estima que el número de insolvencias "ocultas" es de 8.600 en el sector de la construcción, 1.800 en el comercio, 1.500 en la industria de la fabricación, 1.200 en las empresas de servicios y casi 800 en el sector del transporte. Hasta ahora, aunque la crisis económica ha afectado a los sectores de forma desigual, el número de insolvencias se ha reducido en todos los sectores, incluidos aquellos que llevan varios meses inactivos. Asimismo, todas las regiones francesas registraron una fuerte caída en el número de insolvencias en 2020, desde el -34% en Bretaña hasta el -49% en Córcega. En el país galo, sin el Fondo de Solidaridad, los resultados operativos del sector de la hostelería se habrían contraído en un porcentaje estimado del 109%, en lugar del 17% calculado por Coface. No obstante, las repercusiones sobre el empleo siguen siendo limitadas, con 126.000 puestos de trabajo afectados por las insolvencias durante el año, el nivel más bajo desde 2006.

Coface estima que el número de insolvencias ocultas en Alemania es el 21% de su nivel de 2019 (alrededor de 3.950 insolvencias). Si bien al inicio de la pandemia, Coface anticipaba un aumento en las insolvencias del 9% en 2020, éstas terminaron cayendo un 15%. Esto se debe, en parte, al hecho de que el gobierno alemán ha suspendido temporalmente la obligación de iniciar un procedimiento concursal en caso de insolvencia (moratoria) con el fin de dar tiempo a las medidas de apoyo para que surtan efecto. Los sectores de la metalurgia y la automoción alemanes, ambos en recesión desde mucho antes de la pandemia, experimentaron un aumento de las insolvencias respecto a 2019.

Coface estima que las insolvencias ocultas en Italia ascienden a alrededor del 39% desde su nivel de 2019 (es decir, 4.100 insolvencias). De acuerdo con los cálculos de Coface, sin embargo, las insolvencias deberían haber aumentado en un 7%.

 

Unas perspectivas preocupantes

No obstante, no todas las quiebras "ocultas” se concretarán necesariamente en 2021. La continuidad de la moratoria para las insolvencias, así como la de las medidas de ayuda y el apoyo bancario serán factores determinantes.

El proceso de “ponerse al día” con las declaraciones de insolvencia a partir de 2021 será directamente proporcional a la rapidez con que las medidas restrictivas lleguen a su fin, relacionada, a su vez, con la velocidad del proceso de vacunación. Dependerá entonces de la voluntad de cada Estado de seguir brindando su apoyo, máxime cuando la gran mayoría de las empresas (como es el caso en Francia) comenzará a devolver los préstamos garantizados por el Estado a partir de 2022.

 

Foco en España

En España, el programa de paro parcial ha demostrado ser eficaz. Por ejemplo, en el sector del comercio minorista, Coface estima que los ERTES limitaron la caída de los beneficios al -26% en el segundo trimestre, frente al -67% estimado si no se hubiera puesto en marcha esta medida. Sin embargo, estas medidas no han impedido un aumento meteórico de las insolvencias en el sector turístico del 90% interanual en el segundo semestre de 2020. Se estima que las insolvencias ocultas en España rondan las 1.600 (34% de su nivel de 2019).                            

En este sentido, Gonzalo Bernardos, reconocido economista y profesor de la universidad de Barcelona, ha afirmado en el webinar organizado por Coface “Las claves de la recuperación para la industria española” que a pesar de un decepcionante primer trimestre, en 2021 en España aún es posible lograr un crecimiento económico superior al 6%. No obstante, para conseguir dicha cifra, es imprescindible que a finales de junio, aproximadamente el 70% de la población esté vacunada y el sector turístico consiga ingresar en temporada alta sustancialmente más que en el pasado ejercicio. La recuperación será muy intensa por el efecto rebote y por la gran ciclicidad de la economía española. Sin embargo, el objetivo es que los próximos años vivamos un ciclo expansivo largo gracias a los 151.000 millones de € de fondos europeos y la transformación que éstos generarán en el sector productivo del país. El gran reto es gastar todos los fondos, de la forma más rápida y eficaz posible, y acertar con la elección de las empresas y sectores elegidos. 

Si tenemos éxito, España se convertirá en el futuro en la Florida europea, uno de los estados que mejor ha evolucionado en el país norteamericano en los últimos 40 años. Para ello, es necesario atraer a muchos extranjeros, una parte jubilados y otra en activo. La atracción de los segundos supondrá la importación masiva de talento y puede ser un importante factor de estímulo del PIB a medio y largo plazo. Esta última atracción quedará facilitada por las mayores posibilidades de operar en remoto que permitirá vivir en un país y trabajar en cualquier otro del mundo. 

 

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