Actualidad Económica
07/06/2012
Riesgo País y Estudios Económicos

La situación financiera de las empresas chinas se estabiliza, a pesar de las dificultades para el acceso al crédito

A pesar de la desaceleración de la actividad en 2011, debido a la paralización del paquete de medidas de estímulo fiscal, una política monetaria más restrictiva y el descenso de la demanda externa, el comportamiento de pago de las empresas chinas fue generalmente satisfactorio, mientras las ventas a crédito aumentaban con rapidez. Aun así, los problemas de liquidez de activos, la competencia y el difícil acceso a la financiación para las pequeñas empresas, que fueron las principales causas de los retrasos en los pagos en 2011, seguirán afectando a la fortaleza financiera de las empresas en 2012. No obstante, las medidas presupuestarias de estímulo podrían atenuar los riesgos económicos y sostener la actividad.

• El 90% de las empresas chinas recurren ahora a las transacciones a crédito

Las ventas a crédito se han convertido en la principal fuente de financiación para las empresas en China desde la crisis de 2008. La proporción de empresas que utilizan este método se elevó hasta el 90% en 2011 en comparación con sólo el 65% hace cuatro años. El fenómeno puede atribuirse a la necesidad de hacer frente a la competencia (el 53% de las empresas que respondieron a la encuesta) y una mayor confianza entre los socios comerciales (23,5% de los encuestados). Otras empresas, aunque en menor medida, se ven obligadas a ofrecer el crédito como forma de pago a causa de los problemas de liquidez de sus clientes (17% en 2011, frente al 25% en 2010).

Aunque las ventas a crédito están cada vez más generalizadas, el plazo de pago se redujo en 2011. Casi el 75% de las transacciones se negocian a 60 días (o menos), lo que atenúa el riesgo, mientras que las transacciones a 90 días o más, son cada vez más raras y se dan normalmente en contratos excepcionales.

• Las demoras de pago son más frecuentes, pero por períodos más cortos

Una de las consecuencias lógicas de la venta a crédito es el aumento de los retrasos en los pagos por parte de los compradores locales. Esto supone en 2011 el 79% de las empresas, en comparación con el 67,4% en 2010.

No obstante, los retrasos de pago son por períodos más cortos. Sólo el 10% excede los 90 días desde la fecha de vencimiento, y el 36,5% de las facturas se pagan dentro de los 30 días siguientes a la fecha de vencimiento, cifra que ha ido mejorando sin interrupción desde 2008.

Tres sectores vulnerables, son la excepción a la tendencia general: la construcción, el acero y los textiles, en los que los retrasos de pago sobrepasan con frecuencia los 60 días. La industria de la energía solar también debe ser controlada, dada la sobrecapacidad y el exceso de producción de las nuevas fuentes de energía. Éstas se encuentran en pleno crecimiento, a pesar del bajo consumo en el mercado nacional, dados los excesivos precios y la falta de una política de ayudas del gobierno.

Tal y como ocurría el año pasado, la principal causa de los retrasos en los pagos sigue siendo la difícil situación financiera de los clientes, debida a la combinación de la falta de liquidez de efectivo, la competencia y la falta de acceso a la financiación externa, como fue señalado por un 63% de las empresas.

• Preocupaciones en 2012: las empresas y el insuficiente acceso al crédito

En 2012, el crecimiento de China podría continuar disminuyendo y podría llegar a descender hasta el 8% a lo largo del año. La experiencia de Coface en China indica que el acceso a la financiación bancaria es cada vez más limitado para las empresas del sector privado y en particular para la pequeña empresa. También los resultados del estudio apuntan a esta teoría: cerca de un tercio de las empresas que participaron en el estudio señalaron que la principal amenaza en 2012 es la falta de acceso al crédito.

Puesto que la financiación bancaria se concede principalmente a empresas del sector público (el 60% de la financiación es asignada a las empresas estatales y las autoridades locales), las pequeñas empresas deben recurrir a fuentes alternativas de financiación, tales como el “sistema bancario fantasma”. Esta oferta de crédito “extraoficial” ha crecido como consecuencia de la distorsión del mercado de crédito, generada por la actual organización del sector financiero chino, pero es muy frágil. Las quiebras que se produjeron en Wenzhou el pasado octubre, se extendieron rápidamente por todo el sector, empeorando las dificultades económicas de las empresas.

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