Actualidad Económica
12/01/2023
Riesgo País y Estudios Económicos

Recesión, Inflación, China, Ucrania, política monetaria... 2023 analizado por Jean-Christophe Caffet, economista jefe de Coface

Jean-Christophe Caffet, Coface Chief Economist

El medio de comunicación francés Wansquare solicitó a un panel de economistas y líderes empresariales sus pronósticos para 2023. Este es el análisis de nuestro economista jefe, Jean-Christophe Caffet.

¿CUÁL ES TU PERSPECTIVA PARA LA ECONOMÍA MUNDIAL? ¿TE HAS PLANTEADO VARIOS ESCENARIOS DEPENDIENDO DE LA EVOLUCIÓN DE LA GUERRA EN UCRANIA?

Las consecuencias de la guerra en Ucrania son graves y, en principio, duraderas. Sin embargo, inicialmente tardaron más de lo esperado en impactar en el crecimiento económico mundial, a pesar de la aceleración de la inflación provocada por el fuerte aumento de los precios de las materias primas, y en particular de la energía. Por lo tanto, a excepción de China, 2022 ha sido un año mucho mejor de lo que temíamos en los días posteriores a la invasión de Ucrania. Hay tres razones principales que explican esta discrepancia, si no en el pronóstico, al menos en el timing de los efectos estimados del conflicto: la recuperación pos pandémica aún en curso y la rápida reapertura de muchas economías tras la ola Omicron; la atenuación casi continua, desde entonces, de las disrupciones en las cadenas globales de valor, a pesar de los confinamientos chinos del segundo trimestre; y el fuerte desahorro de los agentes (especialmente de los hogares), con las reservas acumuladas durante la pandemia actuando como colchón.

Las medidas de emergencia adoptadas para hacer frente a la crisis energética, especialmente en Europa, también han contribuido a preservar la actividad y, en cierta medida, la estabilidad social. Pero todos estos elementos no pueden ser eternos, y la previsión para 2023 es, cuanto menos, sombría, independientemente de cómo evolucione el conflicto en Ucrania. Esperamos que el crecimiento global se sitúe por debajo del 2% el próximo año, frente a una media superior al 3% en los últimos diez años.

¿ES INEVITABLE UNA RECESIÓN EN EUROPA EN LOS PRÓXIMOS MESES? ¿Y EN FRANCIA?

Parece bastante posible, si no muy probable, una recesión en Europa a finales de año. De hecho, probablemente ya estemos en recesión, a juzgar por las últimas estadísticas disponibles y los indicadores adelantados publicados recientemente. No obstante, deberíamos esquivar una fuerte contracción de la actividad, con un crecimiento ligeramente negativo en el cuarto trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023. En resumen, se ha evitado el peor escenario de una recesión severa debida a una escasez física de energía gracias a las compras masivas de gas natural licuado (GNL) durante todo el año y a unas temperaturas particularmente cálidas durante el otoño. Esto ha permitido a Europa iniciar el invierno con grandes reservas de gas natural y ver mejorar sus perspectivas a muy corto plazo. Lo mismo aplica para Francia, que se vería relativamente menos afectada que sus vecinos más grandes en caso de que seteriorara más la situación, debido, por un lado, a su menor dependencia del gas natural, y por otro, a su base industrial más limitada.

¿DEBERÍAMOS PREOCUPARNOS POR UN DESACOPLAMIENTO ENTRE EE. UU. Y LA EUROZONA?

A corto plazo, es decir, en un horizonte a 9- 12 meses, no podemos hablar de un desacoplamiento entre EE. UU. y la zona euro. De hecho, ambas economías se desacelerarán de manera significativa, simultáneamente. Tampoco se puede descartar una recesión en Estados Unidos, aunque esperamos que el crecimiento sea significativamente mayor que en la Eurozona durante todo 2023. A largo plazo, sin embargo, debemos preocuparnos por un desacoplamiento entre las dos zonas monetarias por todas las razones que existían antes de la crisis actual y que subsisten a día de hoy (demografía, innovación, productividad, etc.), a las que ahora hay que añadir un diferencial, en principio sostenible, en términos de precios de la energía e incluso de acceso a los recursos. Si las autoridades en ambos lados del Atlántico no abordan el problema, esta disociación tendrá repercusiones masivas en los equilibrios (geo)políticos, económicos y financieros globales.

¿ESTÁS PREOCUPADO POR LA DESACELERACIÓN ECONÓMICA CHINA?

Una de las principales incertidumbres de 2023 se refiere a la macroeconomía china. La opinión consensuada, que suscribimos más por suposición que por pura convicción, es que la economía china repuntará con fuerza una vez finalice el auge actual. Pero los retos a los que se enfrenta son muchos, entre los que destaca a corto plazo la crisis de su sector inmobiliario, que no se resolverá con las medidas recientemente anunciadas por las autoridades.Lo que más me preocupa es el escenario de una fuerte recuperación china en la segunda mitad del año, ya que complicaría considerablemente el reabastecimiento de las existencias europeas de gas natural. No olvidemos que este año esto se se ha visto facilitado por una caída de aproximadamente una cuarta parte de las compras chinas de GNL. Una cosa es construir terminales de regasificación en Europa y otra muy distinta es poner en marcha una nueva capacidad de licuefacción: en tal escenario, las que entren en funcionamiento en 2023 serán claramente insuficientes para satisfacer toda la demanda…

¿LA INFLACIÓN ACTUAL, INDEPENDIENTEMENTE DE SU ORIGEN (MATERIAS PRIMAS, DESABASTECIMIENTOS MÚLTIPLES, AUMENTOS SALARIALES), HA ALCANZADO SU PUNTO ÁLGIDO?

La inflación ya ha tocado techo en EE. UU., donde lleva varios meses bajando. Es probable que ocurra lo mismo en Europa, donde se espera que la inflación caiga significativamente en la primera mitad del año, por simples razones aritméticas, en particular los efectos de base sobre la energía. Finalmente, como suele suceder, la situación es más heterogénea en los países emergentes.

La cuestión ahora no es si la inflación caerá, sino hasta dónde. Excluyendo la energía y los alimentos frescos, la llamada inflación subyacente no está cayendo, o solo ligeramente. Dada la evolución de los salarios -ciertamente negativa en términos reales- y la ralentización de la productividad, hay pocas posibilidades de que la inflación vuelva a su objetivo a finales de 2023. A menos, claro está, que la economía global entre en recesión y los precios de las materias primas caigan con ella, que no es nuestro escenario central. Por el contrario, podríamos asistir a un aumento de la inflación en la segunda mitad del año, con consecuencias significativas para la conducción de la política monetaria.

¿QUÉ INFLUENCIA TENDRÁN LAS POLÍTICAS MONETARIAS DE LOS BANCOS CENTRALES EN LA ECONOMÍA REAL Y EN LOS MERCADOS FINANCIEROS EN 2023?

El retraso de la repercusión de la política monetaria en la economía real es tal, que la mayor parte de los efectos del endurecimiento de 2022 no se ha evidenciado aún. Por esta razón, los bancos centrales seguramente harán una pausa el próximo año, o ralentizarán significativamente el ritmo de endurecimiento monetario, que no tiene precedentes en los últimos 40 años. Esto no quiere decir que vayan a permanecer inactivos y/o que no vayan a influir ni en la economía real ni en los mercados financieros, sino que su impacto en la primera es una característica de lo que ya han hecho, mientras que en los últimos dependerá de lo que hagan - y por tanto, de la evolución de la inflación.

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