Actualidad Económica
15/06/2022
Riesgo País y Estudios Económicos

Coface actualiza su informe de Evaluación de riesgos en EEUU

Informe de riesgos EEUU

Tras una fuerte recuperación del crecimiento en 2021, que devolvió el PIB del país a su nivel previo a la pandemia, la actividad debería seguir siendo sólida, pero sufrirá una desaceleración  en 2022, mientras sigue sustentada por el consumo de los hogares (68% del PIB). El exceso de ahorro acumulado durante la crisis posterior a la pandemia de COVID-19, estimado en más de 2,5 billones de dólares y el aumento de los salarios en el contexto de un mercado laboral rígido (tasa de desempleo del 3,6% en el primer trimestre de 2022), deberían alimentar una escalada de la demanda contenida de servicios. Sin embargo, es probable que la inflación, en su nivel más alto en varias décadas, erosione el gasto de los hogares. Aunque esta inflación debería moderarse a finales de año en línea con los precios de los bienes (especialmente de los bienes duraderos), se mantendrá muy por encima del objetivo de 2% de la Reserva Federal (FED). Consecuentemente, las presiones inflacionarias serán sustentadas por el aumento de los precios de los servicios y por el efecto indirecto de la guerra en Ucrania sobre los precios de la energía y los alimentos, además de estar animando a la FED a endurecer su política monetaria de manera más agresiva. Además de una subida inicial de los tipos de 25 puntos básicos en marzo de 2022, las últimas proyecciones del banco central de EEUU sugieren un aumento de tipos adicional de 150 puntos básicos para finales de año, lo que acercaría los tipos al 2 %.

Por otra parte, se espera que la FED comience a reducir su balance (casi el 40% del PIB), que se duplicó con los programas de compra de activos como respuesta a la pandemia. Consecuentemente, el endurecimiento monetario debería frenar el gasto de los hogares y las empresas. Se prevé que el aumento del coste de los préstamos resulte en un enfriamiento del mercado de la vivienda, tras un auge que siguió a la primera ola de la pandemia. A pesar de las condiciones financieras menos favorables y a la caída de los márgenes debido al incremento de los costes de los insumos, la inversión empresarial seguirá siendo impulsada por el fuerte incentivo de reponer las existencias que se agotaron debido a las interrupciones en la cadena de suministro. El plan de infraestructura promulgado en noviembre de 2021 también debería comenzar a apoyar a la inversión pública. Dirigido principalmente a la infraestructura del transporte, requerirá 550.000 millones de dólares (2,5 % del PIB) de gastos durante la próxima década. Sin embargo, el impulso fiscal seguirá siendo negativo por el final de la desgravación implementada en la pandemia. Se prevé que la demanda interna, aunque en desaceleración, genere una contribución negativa del comercio exterior al crecimiento, debido a su elevado componente de importaciones.

El doble déficit sigue siendo más alto que antes de la pandemia

En 2022, el déficit público seguirá disminuyendo, pero se prevé que se mantenga alto. El cambio en el déficit se deberá principalmente a la retirada de la mayor parte de las medidas de alivio de la pandemia, mientras que la actividad económica permitirá un aumento en los ingresos fiscales. Sin embargo, la disminución del gasto se verá limitada por la aceleración del plan de infraestructuras. Por su parte, antes de las elecciones intermedias de noviembre, podría aprobarse una versión reducida del plan de gastos sociales y ambientales Build Back Better (BBBA), con un valor inicial de 1,7 billones de dólares. Si bien la deuda pública es alta, y a pesar del aumento de las tasas de interés, el pago de los intereses (1,6% del PIB al final del año fiscal 2021) se mantendrá bajo. A esto se suma la flexibilidad financiera sin igual que disfruta el país, gracias a su condición de emisor del dólar, la principal moneda de reserva del mundo.

 En 2022, el déficit en cuenta corriente seguirá siendo grande, impulsado principalmente por un importante déficit comercial (4,7% del PIB). La demanda interna y la reposición de las existencias comerciales seguirán impulsando las importaciones. El superávit en la cuenta de servicios (0,9% del PIB) podría aumentar gradualmente con el regreso de los turistas extranjeros, tras la flexibilización de las restricciones de viaje. Se espera que el saldo positivo de la renta primaria (1% del PIB) se recupere con una mayor repatriación de beneficios de las empresas multinacionales. El déficit de transferencias se mantendrá estable en torno al 0,6% del PIB. El atractivo de los activos estadounidenses y del dólar está generando los flujos de capital requeridos para financiar el déficit.

Se acerca otra campaña divisiva para las elecciones de 2022

El demócrata Joe Biden se convirtió en presidente en enero de 2021, después de una transición tumultuosa, marcada por el asalto del Capitolio por parte de los partidarios de su predecesor, el republicano Donald Trump, el 6 de enero. La aprobación de un paquete de estímulo masivo de 1,9 billones de dólares, el American Rescue Plan (marzo de 2021) y el plan de inversión en infraestructuras son los principales logros legislativos de su primer año en el cargo. Sin embargo, el BBBA se ha visto obstaculizado por las disidencias dentro del Partido Demócrata, que tiene solo una estrecha mayoría en ambas cámaras del Congreso. La proximidad de las elecciones intermedias de 2022, que pondrán de nuevo en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 (de 100) del Senado, puede ayudar a promover un compromiso. Si bien estas elecciones intermedias generalmente resultan en la pérdida de escaños para el partido del presidente en ejercicio, es probable que una mayoría en una de las dos cámaras se incline a favor de los republicanos. El entorno político sigue estando altamente polarizado entre los dos partidos principales. Tras su invasión a Ucrania, el foco de la política exterior se ha centralizado en Rusia. Estados Unidos ha coordinado sus sanciones contra Rusia con sus socios occidentales y de la OTAN, particularmente en Europa. Estas acciones están en línea con el esfuerzo de la administración Biden para recuperar un enfoque multilateral y reconectar con los socios tradicionales. La guerra en Ucrania y su impacto en los mercados energéticos también ha intensificado la presión sobre las negociaciones del acuerdo nuclear con Irán, que han sido reactivadas por la administración actual. Al mismo tiempo, las tensiones con China siguen siendo altas, particularmente en las polémicas cuestiones de las prácticas comerciales chinas y la protección de la propiedad intelectual.

 En mayo, la economía estadounidense creó 390.000 puestos de trabajo, dejando al empleo no agrícola con sólo a 822.000 puestos (0,5 %) por debajo de su pico anterior a la pandemia de febrero de 2020). La creación de empleo fue liderada por el ocio y la hostelería (+84.000) y los servicios profesionales y empresariales (+75.000). Si bien el reciente crecimiento del empleo se ha desacelerado en los últimos meses, acercándose a su nivel previo a la pandemia, sigue siendo dinámico, muy por encima de la tendencia de 230,000 registrada antes de esa fecha. Además, el mismo informe confirmó una moderación en los incrementos salariales, con un aumento medio del ingreso por hora de 0,3% intermensual en mayo. Esta es la cifra más importante de esta publicación en lo que respecta a la inflación, ya que disipará los temores de una espiral de inflación salarial. Sin embargo, es poco probable que esta cifra disuada a la Reserva Federal de aumentar las tasas de interés en otros 50 puntos básicos en su próxima reunión del 14 y 15 de junio a 1,25-1,50%.

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